El planeta

Ya desde sus inicios, el veganismo no se crea para disfrutar de sus beneficios para la salud (aunque también). El hecho de que se trate de una cuestión ética muy concreta (los derechos de los animales que pueblan la Tierra) es lo que hace que también tenga beneficios para los humanos. Por supuesto, los primeros beneficiados deberían ser los animales y sus hábitats.

Si concebimos su derecho a la propia vida como la base del veganismo, el cuidado de su hábitat tiene que ser prioritario. Por lo tanto, los animales deberían ser siempre nuestro foco, así como el cuidado de los ecosistemas. Aunque los seres humanos también somos animales, no somos depredadores.

Como animales omnívoros, podemos vivir de la recolección y la agricultura sin necesidad de cazar. Ya no importa la ventaja evolutiva que, en un momento determinado de la historia, nos pudo dar el consumo de carne. Hoy en día, la mayor parte de la humanidad está fuera de la cadena trófica. Nuestro papel es muy diferente, pues nos dedicamos a adaptar el hábitat a nuestras necesidades.