Será ecológica o no será
La industria de la moda también es responsable de los efectos del cambio climático Una emergencia ambiental que está afectando incluso al concepto de colecciones y al uso de las prendas. La ropa de entretiempo parece que ha perdido su función. Los veranos se alargan y súbitamente aparece el frío. Pero eso no es lo importante: lo más grave es como la fabricación y utilización de la ropa afecta a nuestro planeta. Afortunadamente fabricantes y consumidores se están dando cuenta. No son brotes verdes, pero sí atisbos de esperanza. Algo está comenzado a cambiar.
Podemos sentirnos muy satisfechos por comprar prendas de algodón y naturales, pero no nos engañemos: el algodón necesita de una cantidad ingente de agua para su cultivo. Camisetas y tejanos son las prendas más democráticas y accesibles, pero escandaliza comprobar (parece una cifra de ciencia ficción que para la producción de un solo par de vaqueros se empleen más 10.000 litros de agua. La etiqueta de algodón de origen orgánico certifica que proviene de un cultivo en el que no se ha utilizado el riego sistemático, que agota nuestras reservas fluviales, y en el que no se han empleado pesticidas, que contaminan tanto la tierra como las aguas. Pero esas prendas orgánicas son granos de arena en el desierto.
La alarma social que se ha generado con la emergencia climática ha hecho que la industria textil deje de mirarse el ombligo. La bajada de las ventas en artículos de temporada ha hecho reaccionar al sector. Los abrigos se quedan en los escaparates ante el alza de las temperaturas y, si antes el sector daba la espalda al termómetro, ahora comienza a preocuparse por dar salida a sus productos. na producción excesiva e innecesaria pero que forma parte de la económica de mercado que tristemente rige nuestra sociedad.
La innovación en materiales, hasta ahora muy ligada al diseño, también se está modificando en pos de otros objetivos. Zapatillas deportivas de algodón y maíz, seda y cuero veganos producidos con biotecno
logía y tejidos que se transforman en compost son ya una realidad en el mercado. La ingenieros especializados en regeneración textil han conseguido también transformar desechos de tejidos con algodón en nuevas fibras. uenas noticias, aunque queda mucho camino por recorrer.
CONSUMIR MENOS
Las plataformas de compra venta de segunda mano consiguen dar una nueva vida a las prendas, aunque hay mucho de green ashing ecopostureo y poco de sincera reflexión. Sonrojan los spots en los que influencers monísimas muestran sus rebosantes armarios y nos invitan a vender. Son anuncios, cierto, pero ¿cuándo entenderemos que no necesitamos tanta ropa ada vez que adquirimos una prenda tendríamos que valorar, antes de pasar por caja, cuantas veces la vamos a lucir. Vender y comprar artículos de segunda mano está muy bien pero mucho mejor es incentivar un uso responsable. El lema de una conocida app «No te lo pones, véndelo habría que mutarlo por «No lo compres si no te lo vas a poner».
MODA ONLINE
El fenómeno de la compra digital es imparable. Según cifras del VI Estudio Anual del eCommerce en España 2019, el 71% de los internautas españoles entre 16 y 65 a os adquiere sus productos online. 20,3 millones de personas y un crecimiento del 4,6% respecto del año anterior. No todos los productos son textiles, pero el grueso más importante sí que se refiere a esas compras que se realizan a golpe de dedo en el smartphone como si estuviéramos viendo escaparates.
Lo que no se ve parece que no existe, pero el e-comerce deja un huella medioambiental muy importante.
La primera problemática generada es el transporte. Camiones, furgonetas y aviones atravesando países, ciudades y pueblos es algo que no se puede ignorar. El consumo de combustible y las emisiones de que dejan todos estos medios es una realidad. De hecho, es mucho más sostenible una tienda física que miles de paquetes navegando y no por la red precisamente.
Otro tema no menos espinoso es el embalaje. Se está consiguiendo disminuir el uso de bolsas de plástico en los establecimientos, pero en cambio se derrocha en dobles embalajes de plástico y cartón en los envíos que tan cómodamente recibimos en casa. En este aspecto son los propios consumidores los primeros en detectar el impacto medioambiental. Excesivos empaquetados y envíos unitarios para cada artículo demandado, aunque el pedido se haya realizado en la misma eb, deberían ser erradicados.
En las conclusiones del informe presentado en el Congreso AECOC del Gran Consumo, celebrado en ilbao en octubre del pasado a o, se apuntaba claramente que el empaquetado de la venta online genera el doble de impacto ambiental que el comercio tradicional en cuanto a residuos. Los paquetes llegan bien envueltos, sí, pero ¿a qué precio
En este aspecto la única empresa que ha dado un paso al frente es Asos. Este portal de moda ha tomado medidas para eliminar los envases de plástico problemáticos o innecesarios para 2025, incluida la mitad de sus envases de marca propia además de lanzar ya en este a o su nuevo paquete reutilizable.
TAMBIÉN UNA CUESTIÓN ÉTICA
e la misma manera que única comida que no engorda es la que comemos, la moda más sostenible es la que no consumes.
Hasta ahora se señalaba al sector textil como ejecutor de la explotación de los trabajadores en el ercer undo. Parecía su único pecado. Prendas baratas, fast fashion, casi de usar y tirar que llenan armarios sin sentido. No repetir ropa en una reunión, no fotografiarnos con el mismo modelo, estrenar por placer y no por necesidad. Una tendencia consumista que arroja cifras de derroche estratosférico. Se calcula que el promedio de uso de una prenda es de solo siete ocasiones antes de ser desechada y que, en los últimos 20 años, se ha aumentado un 400% en el consumo de ropa en el planeta. Y mientras tanto trabajadores hacinados en fábricas sin medidas de seguridad y cobrando un sueldo mísero.
Antes de sorprendernos por el accesible precio de esa prenda que tenemos en las manos tendríamos que pensar qué hay detrás. n verdadero problema ético al que ahora se le ha unido la contaminación y el agotamiento de recursos naturales.
LOS GIGANTES DE LA MODA ENTRAN EN RAZÓN
Los fabricantes de ropa lo cost, fast fashion o lo que antes se denominaba moda pronta (fabricación y rotación continua de prendas y novedades casi instantáneas han sido los primeros en darse cuenta de la incoherencia de su sistema productivo. No lancemos a los leones a este sector y observemos sus intentos de mejora.
ersh a la cadena joven de nditex ha creado una colección a partir de materiales sostenibles junto a ational eographic, bajo la etiqueta oin Life, que espera que represente el 25% de su comercialización en este 2020.
ango dispone a la venta desde la primavera pasada unos vaqueros en los que en su fabricación se ha conseguido disminuir el empleo de agua en 10 litros por prenda.
También ha hecho uso del denominada algodón etter otton nitiative que garantiza la salud de los trabajadores, así como su origen orgánico o reciclado.
uess, ap, Lee y omy ilfinger se han inscrito en la asociación a e ashion ircular.
Los requisitos para el dise o y fabricación de los jeans de estas marcas tendrán en cuenta la durabilidad de la prenda, el estado del material, el reciclado y la trazabilidad. Deberán estar libres de elementos químicos peligrosos ser producidos usando fibras de celulosa de métodos de cultivo regenerativos, orgánicos o de transición, y habrán de soportar un mínimo de 30 lavados domésticos.
El orte nglés también se ha adherido al programa comprometiéndose a que en el un mínimo del 50% comercializado por estos grandes almacenes cumpla los estándares de sostenibilidad.
Petit ateau ya hace a os que incorpora el algodón de origen orgánico a sus colecciones infantiles, pero en este año ha establecido como meta que el de su producción sea totalmente sostenible. Y tras dos años de investigación ha comenzado a comercializar unas mantas para bebés y embarazadas y un gorros de recién nacido que protegen de las radicaciones de las ondas aéreas.
y su línea onscious certifica en su etiquetaje que al menos un de su material textil es sostenible. Pero su compromiso con el medio ambiente no acaba aquí.
Para el 2022 la compañía sueca se ha marcado reducir un 25 % la cantidad de agua utilizada en los procesos de producción y reciclar el 15% de sus aguas residuales.
Y para el 2030 reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero E en las operaciones propias de la compañía en un 40% y establecer que todos los envases utilizados estén hechos de materiales 100 % reciclado o procedente de fuentes sostenibles.
EL LUJO TAMBIÉN SE PONE VERDE
unque tal vez la iniciativa que más hay que aplaudir es el ashion Pact.
Las firmas de lujo, que hasta ahora solo parecían estar preocupadas por la piratería y las copias fraudulentas de sus productos, se reunieron en la pasada cumbre iarritz, agosto de para limitar el impacto de su industria en el clima, la biodiversidad y los océanos.
Entre sus objetivos se encuentra para el garantizar que los grupos utilicen el 100 % de energía renovable y eliminar por completo el uso de plásticos de un solo uso. Y mirando más a largo término conseguir cero emisiones de carbono en el 2050.
Los primeros firmantes del pacto son marcas tan conocidas como
urberry, hanel, erragamo, rmani, Hermès, Moncler, Prada, Ralph Lauren o Zegna del grupo ering los fabricantes deportivos didas, i e y Puma Sandro, aje, alvin lein, ommy ilfiger, Versace, Jimmy Choo, Michael Kors o Karl Lagerfeld.
El otro gigante del lujo, el grupo o t ennessy-Louis Vuitton que da cobijo a las renombradas marcas hristian ior, Loe e, ivenchy, enzo o endi, entre las más de que conforman el emporio, se desmarcó de esta iniciativa y proclamó en septiembre que ante la vía de la compensación prefiere reducir sus emisiones de y que va rumbo de lograr su objetivo de reducir las emisiones en un 25 % para 2020».
Los dos grupos estandartes del glamour se comportan como rivales futboleros y en este cambio hacia la sostenibilidad tiene mucho que ver el fichaje de la dise adora pionera de la moda ética y sostenible (ojo, que no accesible Stella c artney perteneciente al grupo Kering y desde julio del año pasado integrante del grupo LVMH.
Este conglomerado de marcas, desmarcado del ashion Pact, se ha comprometido a garantizar la trazabilidad completa hasta el país de origen. La multinacional líder del lujo ha informado también de que impone a cada marca de la casa un gravamen económico en función de la cantidad de gases emitidos y que esa tasa se emplea para la innovación interna en pos de la reducción de CO2.
CUMBRE CLIMÁTICA 0 – EMPRESAS DE MODA 1
La Conferencia sobre el Cambio limático de la P se saldó con un fracaso en las negociaciones entre los países y más atención por los trayectos de reta hungber que en su mensaje.
Pero algo positivo salió de esos días las empresas y firmas amparadas bajo el certificado orp que garantiza los más altos estándares de desempeño social y ambiental sumó socios en su lucha por las emisiones de carbono. Patagonia, llbirds y Ecoalf, he ody Shop y atura de rasil son algunas de la marcas que ostentan este certificado y que los consumidores deberían observar al adquirir sus productos.