Cocina vegetariana Extra (Connecor)
Cómo preparar el té en casa
El té se puede tomar sólo, pero también puede aromatizarse con frutas o flores y acompañarlo de otras plantas aromáticas. La preparación es la de una infusión, pero existen algunos detalles que nos gustaría destacar.
Por ejemplo, no conviene que el agua esté muy caliente porque destruiría su alto contenido en vitamina C, además de otros valiosos componentes. Lo ideal es que esté a unos 85ºC, así que apaga el fuego en cuanto veas que rompe a hervir. En el caso del té verde, lo mejor es esperar un par de minutos antes de verter el agua sobre las hojas, ya que así evitas que éstas se cuezan y que su sabor amargue.
Como es lógico, siempre es recomendable que lo hagas con agua mineral, porque la del grifo acostumbra a ser muy calcárea. La cal, el magnesio o el hierro potencian el ácido tánico del té y pueden alterar su sabor. El tiempo de reposo del té depende del tipo y de su tamaño. Por ejemplo, el té sin fermentar no debe reposar demasiado y el té fermentado requiere un tiempo mayor, que puede llegar a los diez minutos. Las sustancias que le confieren al té su aroma y sabor pasan al agua desde el primer momento. Sin embargo, las valiosas catequinas necesitan un mínimo de tres minutos para disolverse. Por lo general, un reposo corto implica un sabor más agradable y una espera más prolongada una bebida con mayores beneficios saludables para nuestro organismo. También debes tener en cuenta el tamaño de la hoja, porque requieren menos infusión cuanto más pequeñas son. De ahí que las bolsitas de té, que contiene la hoja completamente triturada, precisan apenas un par de minutos y son muy apropiadas para infusiones rápidas.