Cocina vegetariana Extra (Connecor)
Smoothies
Fruta para beber y festejar los sentidos
Los «smoothies» son fruta batida a punto de beber. Llegaron a España hace poco y hoy pueden encontrarse, normalmente embotellados, en las vitrinas refrigeradas de las grandes cadenas de alimentación. Están emparentados con los zumos y jugos que normalmente preparamos en casa. Vamos a ver un poco su historia y algunas recetas.
Fruta hecha bebida
La historia de los «smoothies» comienza en California: allí, en los años treinta del siglo pasado se vendían purés de frutas en tiendas de dietética. En los años cuarenta habían aparecido unas recetas de «smoothies» de banana y de piña en unos libros de cocina locales, pero su verdadero éxito comenzó a finales de los años sesenta y en la década posterior, con la eclosión de la contracultura y los nuevos estilos de vida. Desde las afueras de Los Ángeles hasta más allá de San Francisco, la costa oeste californiana está poblada de granjas y enormes extensiones de frutales que, a pie de carretera, ofrecen al viajero unos productos increíbles, con sabores que ya no se recuerdan en Europa, ya que aquí padecemos del suelo de cultivo desgastado por la sobreexplotación, las malas prácticas agroindustriales y la recolección de la fruta verde casi sin sabor o sin el dulzor de antes.
Así que el entorno parece allí más favorable; la generosidad de la naturaleza parece ir de la mano con personas con gran sensibilidad hacia las cuestiones de salud y ecología. Cualquier persona puede acceder con facilidad a jugos naturales de muy alta calidad, ya que están por todas partes. Knudsen, una compañía familiar de zumos y jugos naturales con más de cuarenta años de experiencia, vendía sus botellas a principios de los años ochenta con el eslogan: «Porque a Ud. le preocupa lo que va a parar a su estómago, nosotros nos preocupamos de lo que va a parar a nuestras botellas». Desde luego, era cierto: bastaba con probarlos.
Bebida suave y nutritiva
Un «smoothie» es una bebida muy suave (de ahí su nombre) y tamizada. Dulce, fría o helada, elaborada a base de una suave mezcla de frutas frescas o, incluso, congeladas. Suele ser más espesa que los batidos tradicionales, porque contiene la fruta completa, con toda la pulpa.
Algunos smoothies incluyen hortalizas (zanahorias, aguacate), o bien yogur o leche (o licuados vegetales), pero todos se diferencian claramente de los batidos con leche, los populares «milkshakes», en que son más espesos, no se preparan con bolas de helado y, si se preparan en casa o en zumerías, están recién hechos. Los verdaderos smoothies son muy nutritivos y ricos en antioxidantes, vitaminas y minerales y fibra.
Recuerdo histórico
Desde mediados de los años ochenta las bebidas con frutas elaboradas con cierto cariño han vivido un éxito impresionante. Interesan estilos de vida más sanos y ese tipo de bebida saludable se pondría de moda; hoy muchos artistas y personajes famosos los incluyen en sus dietas.
El éxito estuvo favorecido en parte por el desarrollo de los centros de fitness, muchos de los cuales ofrecen superjugos en sus «health bars» como un distintivo saludable. Incluso los preparaban al instante, allí mismo. Sin embargo, dicho éxito propiciaría la entrada en el sector de la industria de los refrescos, de las frutas congeladas y de los concentrados de fruta.
El resultado, si nos olvidamos del valor singular de un buen zumo de frutas recién preparado, es muy variable. Los hay de todas clases, algunos con mezclas y combinaciones apetitosas y refrescantes. Pero los fabricantes están más alerta de sus ganancias y se aprovechan de la poca legislación vigente.
Las marcas abusan de cada palabra que colocan en sus etiquetas. La expresión «0néctar de frutas» para definir botellines de agua con un poco de fruta ha quedado atrás y estamos asistiendo a nuevos abusos en las bebidas de frutas. Incluso los primeros smoothies que llegaron a España estaban elaborados precisamente... ¡a base de concentrado!
Un verdadero smoothie es un delicioso caudal de valiosa energía, una bebida tan saludable que no conviene dejar de lado. Si nos acostumbramos a prepararlos en casa nosotros mismos (el equipo es sencillo: exprimidor, batidora y licuadora) la recompensa es incomparable..
Los smoothies son un excelente alimento y un excelente recurso si decidís hacer una semana de alimentación crudívora o una cura depurativa de fin de semana. Esta es una receta típica que permite ilimitadas variantes.
La pulpa...
Una de las claves de los smoothies es la fruta, que tomamos con toda su pulpa. Recordad que un batido (en inglés, «milk shake»), normalmente leche y una bola de helado, no es lo mismo que un smoothie, aunque estén emparentados. Sólo pasaremos por la licuadora las zanahorias o las remolachas, y no siempre. Por eso son más consistentes.
Y si en el vaso aparecen tropezones de fruta añadidos, mejor todavía. Porque se trata de un alimento que debemos tomar a sorbitos, lentamente, saboréandolo y ensalivándolo bien.
De todas formas insistimos: la publicidad que se hace de esta bebida no se corresponde con lo que hay dentro del envase. Se llega a mencionar una cantidad de frutas enteras que incluso bien trituradas y tamizadas ¡no podrían caber dentro!
...y el alcohol
Por eso conviene hacerlos en casa, que además resulta muchísimo más barato y nos permitirá controlar el resultado: lo que pongamos en la batidora es lo que luego obtendremos. Y por eso conviene también no equivocarse con el sector de la coctelería: ya pueden verse reclamos de zumos de naranja con vino blanco....
Para que la fruta madure en el árbol
Recordad que si los consumidores somos menos perezosos guardando en el frigorífico esa fruta verde días y días, tal vez los recolectores, distribuidores y tenderos procurarán que regrese la fruta madura a las tiendas. Mientras tanto, en las recetas que incluimos, siempre se puede añadir un extra de dulzor, a base de sirope de manzana, por ejemplo.
Smoothies en casa: los utensilios
Lo importante para prepararlos en casa es elegir una buena batidora de vaso. Es fácil encontrar muy buenas batidoras de este tipo en el mercado, sólidas y con diferentes velocidades. Otros utensilios que nos ayudarán: una batidora de brazo (tipo «pimer»), un exprimidor para los cítricos, un pelador de patatas para las zanahorias y raíces (que conviene limpiar bien y pelarlas lo menos posible), un cepillo para limpiar las hortalizas, un cuchillo bien afilado, un rallador, un colador, cucharas, espátulas y una jarra, preferiblemente con medidas.
Salud y bienestar
Todos los smoothies aportan las cualidades salutíferas de las frutas y verduras para la salud. Son ricos en antioxidantes que ayudan a combatir el envejecimiento provocado por los radicales libres, y contienen un torrente de vitaminas y minerales.
Vale la pena beberlos a menudo: es otra manera de que los niños tomen más fruta en vez de postres o alimentos industriales cargados de azúcar. Hidratan la piel y el organismo y contribuyen a prevenir y combatir todo tipo de trastornos, desde el estreñimiento hasta enfermedades cardiovasculares, diabetes, osteoporosis e incluso algunos tipos de cáncer.