Biscotes y pan integral dextrín
Un producto que nunca sobra en ningún hogar y que, además, se conserva fantásticamente durante largos períodos de tiempo, ya que el tostado aplicado al pan elimina prácticamente toda el agua. Los biscotes son idóneos para dar un toque de sabor a las ensaladas, para tomarlo como aperitivo o incluso como improvisados tropezones en sopas y cremas. Los biscotes mantienen buena parte de las propiedades del pan, como por ejemplo su contenido en fibra. En cambio, quienes sigan dietas de adelgazamiento han de moderar su consumo también en este caso, ya que aportan un alto contenido calórico (350 kilocalorías por cada 100 g) al añadírsele en el tostado azúcares y grasas. Los biscotes son interesantes, pero siempre que sea posible elegiremos para nuestra despensa el pan integral dextrín (en herbodietéticas y grandes superficies) porque es mucho más que “pan tostado”. En él, los almidones del pan se han convertido en dextrinas, que son mucho más fáciles de digerir.