Viejos y nuevos trucos naturistas caseros
Brotes de abeto contra el resfriado
Los catarros y resfriados habituales en invierno no son problema si los prevenimos fortaleciendo las defensas (¡en la revista hablamos a menudo de ello!), y también con un sencillo remedio a base de brotes de abeto o pino
Es fácil encontrar brotes en los árboles de las coníferas: germinando, desarrolládose, o cerrándose, preparados ya para el año próximo. Recogeremos estos brotes limpios y se mastican durante el día, lenta y detenidamente, tomando de vez en cuando un nuevo brote. Precisamente hay un producto del Dr. Vogel («Santasapina») que contiene zumo de pera, miel y zumo de yemas de abeto.
Y para eliminar la necesidad de toser, coloca cada noche alrededor del cuello un paño mojado en aceite y cúbrelo con un paño de lana para mantener el calor. Los naturistas seguidores de la hidroterapia lo aplican con un paño mojado en agua y escurrido ligeramente. Es excelente, por ejemplo, en caso de resfriados con afonía, picor de cuello y trastornos similares.
Pies... ¡para qué os quiero!
Os va a sorprender descubrir lo sencillo que es solucionar las molestias que producen los sabañones y los pies fríos.
Se pueden combatir con hidroterapia: los baños alternos, fríos y calientes, son muy eficaces. Primero se bañan los pies en agua caliente y luego en agua fría (tantos segundos como minutos en la caliente). Este procedimiento se repite de seis a ocho veces. Este baño de pies hay que terminarlo con el agua fría; luego, se secan frotando enérgicamente, se pueden untar con un poco de aceite tonificante y los abrigáis. De este modo quedará eliminado el trastorno circulatorio.
Pies cansados
El agua también puede ser tu más fiel aliada si notas cansancio en las piernas y los pies. El truco está en bañarlos en el agua resultante de una decocción de patata o verdura. Después se puede hacer un vendaje caliente con sal. Se tuesta un poco la sal y se coloca rápidamente sobre un paño, envolviendo los pies.
En caso de una excesiva sudoración de los pies, el remedio es tan simple como bañarlos en agua caliente con infusión de salvia. Y para aliviar los juanetes, nada como la sal para baño con un poco de agua tibia. Se aplican dos tazas de esta mezcla alrededor de los juanetes y sentirás un rápido alivio.