Vegetarianismo: Frases y textos clásicos
De entre los cientos de frases, aforismos, recomendaciones y testimonios sobre vida vegetariana presentamos esta vez una selección de clásicos. En el próximo número continuaremos con más y más autores, hasta llegar a las actuales celebridades.
«Matar nos fue prohibido en toda la extensión de la palabra. Fue el hombre quien estableció grados en el delito para poder seguir haciendo la guerra y destruir animales y comerlos». Orígenes, libro VIII.
«¿Puedes realmente preguntar qué razón llevó a Pitágoras a abstenerse de la carne? Por mi parte yo me pregunto qué accidente y en qué estado de alma y mente estaba el primer hombre que lo hizo, tocó su boca con un cuchillo y trajo a sus labios la carne de una criatura muerta, aquel que llenó la mesa de muerte con cuerpos rancios y se atrevió a llamar comida y sustento a las que habían antes llorado, rugido, movido y vivido. ¿Cómo pudieron sus ojos soportar la masacre de gargantas cortadas y cueros desollados? ¿Cómo pudo su nariz soportar el hedor? ¿Cómo pudo ser que la contaminación no se llevó el sabor, que hizo contacto con el dolor de otros y chupó el jugo y suero de heridas mortales?»
Moralia, Plutarco.
«No tomes la vida que no puedes dar;pues todas las cosas tienen el mismo derecho de vivir, mata criaturas nocivas donde sea pecado salvar; esta única prerrogativa tenemos; pero alimenta la vida con comida vegetal,y rehuye el sabor sacrílego de la sangre.»
Memorfosis, Ovidio. «Un buey se satisface con el pasto de un acre o dos; uno sería suficiente para bastantes elefantes. El hombre saquea toda la tierra y el mar... ¿nos ha dado la naturaleza tan insaciable estómago en tanto que cuerpos tan insignificantes? No, no es el hambre de nuestros estómagos, sino esta insaciable codicia, lo que nos cuesta tanto.»
Epistola, Séneca.
«Pitágoras recomendaba la abstinencia de toda clase de carnes con objeto de que los hombres se acostumbrasen a una manera de vivir más cómoda, a base de alimentos libres de toda preparación, de alimentos que no precisasen de la acción del fuego, y que aprendiesen a apagar su sed sin otra bebida que el agua clara.»
Vidas de los filósofos ilustres, Diógenes Laercio.
«Los sacrificios de animales con pretexto religioso fueron inventados por los hombres como un pretexto para comer carne.»
Paedagogos, II, 1, Clemente de Alejandría.
«No nos está permitido (a los cristianos) ni circuncidarnos, ni abandonar la esposa, ni comer carne, pues ya bien claramente lo dijo el apóstol (Romanos, 14:21): Es mejor que no comáis carne ni bebáis vino. La costumbre de comer carne y de beber vino apareció después del Diluvio.»
Adversus Jovinian, libro I, san Jerónimo.
«Será mejor que todos se abstengan de carnes del modo acostumbrado.» Regula monachorum, san Benito de Nursia.
«Rey de los animales como lo has descrito yo más bien diría rey de las bestias, siendo tú el mayor porque tú sólo los ayudas para que te den sus crías para beneficio de tu garganta, la cual has intentado convertir en sepulcro de todos los animales; y yo diría todavía más, si