Cocina juvenil
Vivir en un loft al estilo NY
Esta cocina forma parte de un edificio industrial destinado a un nuevo uso doméstico, donde se ha jugado con el color blanco para unificar espacios, y se ha permitido que las bóvedas de ladrillo dialoguen con el mobiliario y los equipos más modernos. Un espacio muy personal que ha disfrutado de
muchas vidas.
Un espacio industrial reciclado en vivienda es un proyecto siempre arriesgado pero que devuelve con creces la energía invertida en él. Bajo las bóvedas típicas de las construcciones de uso industrial del siglo XIX, se ha preconcebido esta vivienda loft con los rasgos característicos de este tipo de proyectos: estructura a la vista, ausencia de tabiquería y contraste de tonos entre el pasado y el presente, muy bien resueltos en este caso.
La cocina se eleva sobre una breve tarima que permite escamotear las necesarias conducciones de agua del espacio, pero se ha pavimentado con el mismo tipo de parqué utilizado en todo el loft, una bella jatoba rojiza que brinda calidez al espacio y le resta seriedad. Los muebles blancos coordinan con el blanco de paredes y techos y se integran a la perfección. Con ellos se ha acentuado el carácter profesional de la cocina al escoger encimeras de acero inoxidable y alzapaños del mismo material que facilitan el trabajo y convierten a esta pieza en un banco de pruebas culinarias de altas prestaciones.
Para acentuar las cualidades atemporales del espacio se escogen focos orientables para el office y una bella lámpara de difusor de tela roja para el comedor.
La cocina se ubica en un extremo de la planta que alberga salón y comedor, junto a los grandes ventanales rematados en arco de medio punto de aspecto industrial. Aunque todo el pavimento es de madera de jatoba, la zona de la cocina se halla ligeramente elevada sobre la del comedor. Por esta razón la zona de office, en la isla de trabajo, se ha dispuesto con unos altos taburetes Bombo de Magis. La iluminación de este espacio se resuelve con focos suspendidos orientables de leds. Sobre el comedor una lámpara de Santa & Cole en color rojo. Salón, comedor y cocina comparten un mismo espacio abierto con coherencia estética
La zona de fuegos se ha adosado a la pared mientras que el fregadero y limpieza en general, comparte superficie con el office en una isla central que se adelanta un metro al cuerpo de muebles. Y para restar seriedad al conjunto se han colocado unos muebles de aluminio, complementos decorativos y pósters en la pared de carácter colorista y juvenil. En definitiva, estamos en un loft, donde todo se comparte, incluso el trabajo.
Los amigos entran allí, se ponen cómodos y se disponen a pasar un buen rato. Y lo mismo vale para los miembros de la familia: unos trabajan junto a los fogones, otros ayudan a organizar platos sobre la mesa, aquel abre una botella de vino, el otro enciende el televisor y comenta el partido de fútbol. La mesa del office se incorpora a la fiesta y las horas pasan felizmente.
El fenómeno loft, por otro lado, ha facilitado la confusión entre las tradicionales zonas domésticas. Salón, comedor y cocina comparten un mismo espacio abierto y, por lo tanto, unos a otros se deben respeto y sentido de la coherencia estética. Las oportunidades de renovación que aportan a la idea de la casa explican también muchos de los cambios que han sufrido los apartamentos e incluso las unifamiliares en los últimos años y no solamente en lo que respecta a las cocinas.
La cocina se ha equipado con muebles de Bulthaup en dos cuerpos: uno adosado a la pared que contiene zona de almacenaje alta y baja, zona trabajo y fuegos, con placas de cocción y extractor de Gaggenau. Los hornos son de Se ha acentuado el carácter profesional de la cocina al escoger encimeras de acero
inoxidable Siemens. En la isla central se ha colocado la zona de fregadero y un espacio para realizar un desayuno rápido con unos taburetes de Magis. En esta imagen, junto al póster de Marisa Callas comprado en Mamagraf, se aprecia el resto del loft.
Muebles de aluminio, complementos decorativos y pósters le dan un carácter juvenil Encimera y pared baja de acero inoxidable sirven para dar el aire profesional que requería esta cocina, sobre los muebles blancos de Bulthaup de alta calidad. Todos los complementos se pueden encontrar en La Oca. La mesa y las sillas del comedor son de la firma MDF Italia, al igual que el mueble de aluminio. La lámpara del comedor es de Santa & Cole.
La cocina se eleva sobre una tarima que esconde las conducciones de agua
El loft exige un tratamiento de interiorismo coherente con el origen fabril del local pero que puede jugar al contraste con excelentes resultados. El rasgo característico del loft es la ausencia de tabiquería divisoria y por tanto de las convencionales compartimentaciones entre estancias. La intimidad se reserva apenas para los baños y las funciones de una casa se esparcen en un amplio, iluminado y agradable espacio despejado que acoge el sofá, la cocina, la mesa y el dormitorio en sus brazos, sin obstáculos visuales, sin problemas de circulación ni reparto de metros. Durante la noche el apartamento se convierte en un gran dormitorio con una sencilla iluminación puntual. Al despuntar el día la cocina adquiere protagonismo envuelta en aroma a café, y cuando se trata de relajarse y leer un libro el salón se adapta a las medidas de la superficie vital. La vivienda diáfana es un espacio que se transforma continuamente, según las necesidades y el ánimo de las personas.