Elegancia y sobriedad
Aguas de montaña
Este baño se ubica en una vivienda unifamiliar de Andorra, en lo alto de una montaña. Esta privilegiada situación da como resultado unas vistas espectaculares del entorno, por lo que se han realizado grandes ventanales. La bañera se ha colocado frente al muro de cristal, creando un escenario único para el relax.
El lavabo es un robusto bloque de mármol blanco anclado a un muro revestido de madera
A este baño se accede a través del dormitorio principal, formando así una suite práctica con dos ambientes unidos por las vistas y separados por una puerta corredera lacada en gris. En la zona de paso entre ambos espacios se ha habilitado una especie de descansillo con un puf y una estantería decorada con una colección de pequeños coches de cristal. Al pasar esta área, una bañera rectangular, de cantos perfectamente rectos, se semiempotra en el suelo sin entorpecer la imagen general del aseo, ni su sensación de diafanidad. Se ha colocado en un lugar estratégico de la sala, para poder gozar de luz y vistas mientras se toma un relajante baño. Unas espléndidas cortinas a modo de telón ponen la nota elegante en esta zona.
El lavabo es un robusto bloque de mármol blanco, hecho a medida, con un lavamanos y una alargada encimera. Para mantener el plano despejado al máximo, se ha instalado una grifería a pared, bajo un enorme espejo rectangular sin marco. Este lavabo no cuenta con módulos bajos, así que resulta ligero visualmente y su hueco se ha aprovechado para instalar un radiador cercano a la bañera. Para el almacenaje se ha realizado un armario que se funde con la pared, gracias a sus frentes lacados en blanco mate y sin tiradores. Se sitúa delante del lavabo y la bañera, propiciando un radio de acción funcional y el ángulo de visión correcto para el televisor empotrado entre sus módulos altos y bajos. Un cambio de suelos y un escalón anuncian la zona de ducha y wc. Mientras que el pavimento del área de lavabo y bañera
La bañera se semi-encastra en el suelo, ante las vistas de las montañas
El baño se separa del dormitorio mediante una puerta corredera gris
es el mismo parqué que en el dormitorio, para los cuartos “cerrados” por mamparas de cristal de seguridad transparentes se ha escogido mármol gris en placas rectangulares, que contrasta con el revestimiento de esta zona, en formato mosaico. Ducha e inodoro ocupan grandes cubos de cristal. En la primera, un gran plafón rectangular instalado en el techo ofrece un placentero efecto lluvia y unas hornacinas practicadas en el muro aportan espacios donde guardar y tener a mano productos varios para la higiene. También aquí se cuenta con teladucha, un espejo cuadrado y focos de luz empotrados en el plato. En el habitáculo de cristal donde se encuentran inodoro y bidé, un ventanal aporta luz natural a este rincón, con sanitarios suspendidos y focos empotrados en el suelo. Decorativamente, la sala posee una atmósfera elegante, con claras referencias al estilo de montaña, como el muro forrado de madera en la trasera del lavabo o la utilización de la piedra natural. La calidez de los materiales transmite un ambiente envolvente y el tono gris protagoniza un estilo sobrio. El tratamiento lumínico de la estancia destaca por su flexibilidad. La luz natural durante las horas de día es extraordinaria, gracias a la pared lateral de cristal. Incluso en algunos momentos se debe tamizar con una cortina blanca semitransparente que suaviza la intensidad del sol de montaña. En cuanto a la iluminación artificial, focos empotrados a techo y suelo, en áreas concretas, crean un ambiente dinámico y teatral durante la tarde-noche. Estas luces zonifican el baño, de modo que reobtienen distintas atmósferas en un espacio grande y diáfano.