Cerramientos DE ALUMINIO: la mejor protección
Dejan pasar la luz natural al interior de la vivienda, pero ofreciendo protección térmica y acústica al mismo tiempo. Ésta es una de las principales funciones de los cerramientos, un elemento que cada vez se presenta en formas más innovadoras y reducido a la mínima esencia para adaptarse a las estéticas decorativas más contemporáneas.
El aluminio es un material resistente y rígido que permite la instalación de grandes superficies acristaladas gracias a que se pueden realizar marcos muy finos. Además, es un elemento sano porque no emite polvo, ni vapor, ni partículas y el contacto con él no plantea ningún problema de toxicidad. Entre sus ventajas también se encuentra su fácil mantenimiento, debido a que las estructuras de aluminio sólo requieren de una limpieza regular.
Las puertas y ventanas correderas pueden fabricarse con perfiles con rotura de puente térmico o tradicionales. Además, ofrecen infinitas posibilidades, desde el acristalamiento simple con una hoja hasta el doble con cuatro hojas sin olvidar el acristalamiento blindado y el panel. Las ventanas pueden disponer de una o dos hojas y ser practicables al interior, batientes y oscilobatientes, a la italiana, proyectantes, abatible basculantes o pivotantes.
Las puertas correderas abren el paso y separan estancias de manera silenciosa y fácil. Las de tipo acordeón permiten abrir las paredes acristaladas casi por completo. Las puertas oscilo correderas-paralelas combinan las ventajas de la función corredera con la basculante. Los elementos de la puerta se mueven sobre rodillos con rodamientos de bolas, pueden desplazarse fácilmente y además son basculantes. Pueden llegar a medir tres metros de alto y seis de ancho, permitiendo una amplia elección de colores para el perfil de aluminio exterior e interior. (Imagen inferior de Technal).