Con mucha luz
Aires nórdicos en la cocina
El estudio de interiorismo Comodoos
Interiores ha reformado esta cocina de una apartamento burgalés minimizando el impacto de las obras, con una puerta deslizante que permite aprovechar el espacio y algunos detalles de estilo vintage que contrastan con la funcionalidad del espacio.
Un espacio con claras pinceladas urbanas y nórdicas
Los electrodomésticos pasan a ser elementos casi integrados
Para el mobiliario se decide por un diseño limpio
En las paredes se coloca un papel pintado efecto ladrillo
Esta vivienda en la ciudad de Burgos, pertenece a un matrimonio joven y su hijo. Adquirieron una vivienda reformada, pero poco a poco fueron dando su toque personal al espacio, para así sentirse en un lugar realmente suyo.
La cocina, que a priori para muchos estaría bien, no les acababa de convencer y por ello decidieron emprender la reforma y renovación de ésta para conseguir un estilo propio. En una de las premisas del proyecto, era que el espacio tenía que cambiar de estilo sin demasiadas obras. No querían demoliciones en exceso, ya que convivirían en la vivienda y querían evitar lo engorroso de picar, y retirar alicatados o tabiques. Por ello, el estudio de Interiorismo Comodoos Interiores, planteó una reforma que consiguiera minimizar el impacto de la misma en la vida diaria de la familia.
Una de las propuestas presentadas pasaba por conseguir más almacenaje, superficie de trabajo y funcionalidad. Eliminaban la apertura de la puerta, dejando un elemento deslizante y apostaban por una luz más focalizada, decorativa y cálida. Con claras pinceladas urbanas y nórdicas en cada proyecto los interioristas optan por introducir un elemento rompedor, que contraste, y es por ello, por lo que se diseñó un espacio con una alacena de estilo vintage, propia para dejar los elementos de limpieza, y exponer esas piezas decoradas que los clientes conservaban. Así, además de conseguir guardar y almacenar, se le da un toque cálido y de madera a una estancia muy blanca.
En cuanto al mobiliario, se decide un diseño limpio, que combinara de forma magistral un toque cálido, mezclando madera en su banda horizontal, y un espacio luminoso y blanco como la encimera de Dekton que añadiría continuidad, resistencia y el toque justo de color.
Los electrodomésticos, todos en blanco, a excepción del frigorífico, pasarían a ser elementos casi integrados. De esta manera, se permite disponer de una visión amplia y muy pulcra del espacio.
En lo que respecta a las paredes, se decidió alisar los alicatados actuales, para posteriormente colocar un papel pintado efecto ladrillo que le gustaba a los clientes, y que ya tenían en otras estancias de la casa, pasando así a dar un aire más cálido, cambiando el aspecto del espacio por completo. La zona de desayunos se crea como una zona para interactuar entre ellos, y trabajar esporádicamente con el portátil. Por eso, además de aportarle una luz más focalizada con las lámparas colgantes, se le da un guiño de color más divertido, con un neón rosa con forma de flamenco que se encargaría de darle vida, diversión y un toque rompedor a esta cocina.