Clásico y actual
Una cocina abierta
Esta vivienda se enclava en un emblemático edificio de principios del siglo XX. El proyecto de reconstrucción fusiona con naturalidad la personalidad de lo clásico con la precisión de lo contemporáneo, concediendo especial protagonismo a la luz natural para conformar ambientes confortables y acogedores. La cocina, alrededor de una imponente isla de trabajo, se comunica con el salón de forma orgánica.
El actual propietario es un joven meticuloso y organizado
El actual propietario de la vivienda es un joven director de cine que no oculta su carácter meticuloso y organizado. Por ello prima las simetrías y el equilibrio, cuidando cada detalle para trasladar a los espacios su personalidad y singularidad. La cocina ejerce como nexo de unión entre el comedor y el salón, distribuidos perpendicularmente a ella en cada extremo de la planta.
Se eliminan así las barreras que tradicionalmente separaban las zonas de trabajo de las de ocio, unificándolas en un espacio único pensado para vivir y disfrutar. Este planteamiento, además de ofrecer mayor sensación de amplitud, favorece la interacción y la libertad de movimientos de los usuarios. Los muebles de cocina, un diseño Fine de Santos sin tirador y con acabados oscuros, conforman un bloque homogéneo que resalta, sin estridencias, en una arquitectura sobria y luminosa. La composición de armarios columna asciende hacia el techo, conformando un tabique funcional dotado de un importante factor estético. La isla, situada justo enfrente, adopta una forma escultórica que hace olvidar su naturaleza de mueble contenedor. El interiorismo se equilibra con notas cálidas, aportadas por mesas, sillas, estanterías y marcos. En este sentido, resulta interesante el paralelismo trazado por el pavimento de castaño y el puzle de madera del techo, que se extienden por toda la planta reforzando la armonía entre los distintos ambientes. Incorpora dos módulos portaplaca con cajones y ga
Se eliminan las barreras que separaban zonas de trabajo y de ocio
La isla y muebles reúnen todo lo necesario para cocinar
El interiorismo se equilibra con notas cálidas
vetas, portafregadero con cubos de reciclaje y lavavajillas integrado en la cara interior, más tres amplios cajoneros de extracción total y gran capacidad en la exterior. Destaca en este elemento el cajón zócalo, una solución que prolonga la capacidad de los muebles hasta el suelo. Con ella se aprovecha toda la altura y profundidad disponible bajo la encimera, logrando hasta cuatro niveles de almacenamiento fácilmente accesibles.
Detrás de la isla transcurre una composición de cinco armarios columna en la que se integran electrodomésticos, módulos de servicio con gavetas interiores y un mueble escamoteable, que ofrece gran capacidad para almacenar menaje y alimentos. Sus frentes se ocultan temporalmente en los laterales, facilitando el acceso a todo el espacio. Su interior incluye estantes con iluminación led trasera, horno y un área de trabajo auxiliar que, al contar con encimera, perfil de iluminación y tomas de corriente, resulta ideal como zona de desayunos, o bien para utilizar pequeños electrodomésticos sin necesidad de cambiarlos de lugar. Para completar el equipamiento, en la zona del comedor se dispone una impresionante vitrina con cuerpo en acabado mármol gris, marco de aluminio negro y vidrio ahumado. Se trata de un elemento funcional, muy útil para guardar la vajilla que, sin duda, también aporta un toque estético y decorativo.