Lujo para LOS SENTIDOS
Las extraordinarias dimensiones de esta suite han permitido integrar un amplio dormitorio, con un espectacular baño y vestidor, quedando como un único espacio en la planta superior de esta vivienda marbellí. La decoración y elección de materiales responden al criterio del lujo más sofisticado.
Lavabo y tocador se distribuyen en L para dar la máxima cobertura de
higiene y belleza
La circulación es una de las claves de este proyecto sin puertas
Los propietarios confiaron al arquitecto Ian Waudby el proyecto de su casa. Cabe destacar las dimensiones y la distribución de los espacios de la suite principal, quedando como un único espacio en la planta superior de la vivienda. Sus casi 100 m2 han permitido crear un dormitorio muy amplio, con un espectacular baño y vestidor integrados. La circulación es una de las claves de este proyecto, al no haber tabiques con puertas, toda la planta se puede recorrer en su perímetro. Los tabiques levantados son los justos para crear los diferentes ambientes y dar la privacidad necesaria en cada uno de ellos.
El acceso a esta área se hace desde el pasillo de distribución entre el dormitorio y el baño, una zona en la que se ha puesto una consola blanca lacada en brillo, con un par de elegantes lámparas de sobremesa y armarios anclados a pared, en suspensión, del mismo acabado.
Tras pasar, lo primero que se encuentra es el lavabo, con servicio para dos personas. Una fina encimera integra los dos lavamanos ovalados y debajo de ésta, un robusto mueble en suspensión da cabida a enseres y productos de belleza. La grifería empotrada en el muro y un glamoroso espejo rectangular con dos apliques de bola incorporados, acaban por conformar la elegante una escena. A continuación, otro espejo anuncia la llegada del tocador, en perpendicular al lavabo y con estante bajo unas ventanas. Un confortable puf, un espejo de aumento y unos estores en gris muy claro visten la zona. A lado, inodoro y bidé quedan ocultos tras el muro de la ducha, elemento central de la sala que vertebra los diferentes ambientes. Con un plato de tres piezas enrasadas en el pavimento general y una mampara delantera de cristal de seguridad que llega hasta el techo, se delimita el perímetro de la ducha. Un impresionante plafón de formato cuadrado, con efecto lluvia y cromoterapia, y una teleducha en el muro revestido en formato malla equipan su interior. Los geles y champús se sitúan en una hornacina practicada en el mismo tabique de considerable grosor.
En frente de la ducha se abre otro cuarto, sin puertas, en el que se ha organizado un vestidor. En los tabiques que lo delimitan frontalmente se han colocado a cada lado dos radiadores-toalleros tubulares en horizontal. En el interior del vestidor, en su centro, un gran asiento acolchado preside el espacio, haciendo aún más confortable el vestirse tras un baño o una ducha. Sus paredes se han cubierto con estantes y cajones donde guardar holgadamente la ropa y los complementos.
Finalmente, en el lugar más privilegiado de esta parte de la suite, se ha instalado la bañera exenta de formas ovaladas, ante el jardín. Se enmarca en un ambiente diáfano, en el que el lujo es más evidente si cabe que en el resto del baño. Una lámpara de araña de cristal de Murano y las cortinas plateadas, son el colofón a este proyecto.