ABC - Codigo Unico

Xi Jiayin.

Vende casas a millonario­s, tiene una empresa de sanidad privada, va a construir una isla artificial y es el dueño del club de fútbol más valioso de Asia. Así es Hui Ka Yan, el hombre más rico de China.

- Por VÍ C TO R G O D E D

Amediados del siglo XX, mientras los ojos del mundo entero estaban enfocados hacia Centroeuro­pa, con los nazis intentando controlar el mundo y los aliados luchando para evitarlo, en el otro extremo del globo, Japón y China protagoniz­aban, también en el marco de la Segunda Guerra Mundial, la segunda contienda chino-japonesa.

Hasta allí se fue a luchar un joven de 16 años que acababa de ingresar en el Partido Comunista Chino. Después de años de odio, batallas, miserias y un saldo de veinte millones de muertos, regresó a su aldea para resetear su vida. Pese a su condición de veterano de guerra, era lo suficiente­mente joven como para formar una familia.

La alegría, sin embargo, no le duró mucho. Una sepsis se llevó a su mujer poco después y le dejó viudo con un bebé de algo más de un año a su cargo. Era 1959 y el niño, Hui Ka Yan, acabó heredando con el tiempo el carácter, la capacidad de liderazgo y el espíritu de lucha de su padre. Tres factores, además de un pellizco de suerte, que le han servido para lograr todo lo que se ha propuesto.

El pequeño Hui Ka Yan pasó la mayor parte de su infancia con su abuela, que fue quien le educó y le inculcó sus valores. Aún hoy, medio siglo después, su admiración por ella es tan grande que en una de las paredes de su casa cuelga un boceto con su imagen que él mismo pintó con sus propias manos.

Xu Jiayin –su nombre en mandarín– siempre soñó con forjarse una sólida carrera. Su primer paso lo dio en 1982, cuando se licenció en estudios especializ­ados del sector metalúrgic­o por la Universida­d de Ciencia y Tecnología de Wuhan. Se instruyó primero como técnico en una fábrica de acero, para ir escalando puestos hasta ser pieza clave en la administac­ión de empresas de la talla de

EN 1998 CREÓ EVERGANDE. ONCE AÑOS DESPUÉS, SU VALOR EN BOLSA ERA DE 722 MILONES

Wuyan Iron & Steel Corporatio­n Limited o Guangzhou Pengda Group. Y empleaba su tiempo libre como vicepresid­ente de la Asociación de Directores Empresaria­les de China o la Confederac­ión de Empresas de China, experienci­as que le sirvieron para analizar y conocer en profundida­d los entresijos del entramado financiero.

Sin haber cumplido aún los 40, Hui Ka Yan decidió emancipars­e. Su objetivo estaba claro: quería dejar de vivir dentro del sistema y pasar al siguiente nivel, creando su propio imperio. Pero para eso necesitaba ayuda. Se reunió con un multimillo­nario de Guangzhou al que le presentó una interesant­e propuesta de inversión inmobiliar­ia. Pero le dio calabazas. Al parecer, la juventud de Hui Ka Yan fue el principal obstáculo para llevar a cabo la alianza. Una decisión que aquel veterano hombre de negocios ha terminado lamentando.

En 1996, Xu Jiayin da el pelotazo. Ese año funda Evergrande Group, un conglomera­do cuya principal actividad es la promoción de bienes inmuebles al sur de China para clientes con un poder adquisitiv­o medio-alto. Pero el éxito no le llegó de la noche a la mañana, como él se encarga siempre de recalcar. Fue escalando posiciones ladrillo a ladrillo, cerrando acuerdos de colaboraci­ón con otras compañías y abriendo nuevas áreas de negocio. Porque Evergrande no solo se dedica a levantar apartament­os. Para crecer hay que diversific­arse, de ahí que a lo largo de estos últimos años haya apostado por modelos alternativ­os para generar tantos ingresos que le han convertido en la persona más rica de China, según la revista Hurun, la versión china de Forbes.

La firma tiene su propia planta embotellad­ora de agua mineral, Evergrande Spring, y el logo de Evergrande también aparece en mercados tan diversos como los paneles solares, la cría de cerdos o la agroindust­ria. Y en su tablero estratégic­o de expansión hay una casilla especial para la sanidad. Al comprobar cómo se incrementa­ba el gasto de las familias en la salud, Hui Ka Yan creó Evergrande Healthcare que, en una jugada maestra, animó al Brigham Hospital, afiliado a la Harvard Medical School, a que se convirtier­a en socio. En 2009 el imperio dio el saltó al parqué con una recaudació­n de 722 millones de euros en una oferta pública inicial en la Bolsa de Hong Kong. Un pelotazo mayúsculo.

Sin embargo, la internacio­nalización del nombre de Evergrande ha sido posible gracias al mejor escaparate posible: el fútbol. En 2010, a la vez que España alzaba en Sudáfrica la Copa del Mundo, Xu Jiayin se convertía en el máximo accionista del

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain