MARCAS QUE MARCAN
Cassina.
El número 16 de la Via Durini de Milán, es una especie de sanctasanctórum que guarda el legado del mejor diseño industrial del siglo XX y exhibe el que marcará el XXI. Aquí, en un enorme espacio con grandes ventanales a la calle, tiene su showroom desde 1968 Cassina, la firma que más ha revolucionado el diseño de interiores contemporáneo. El espacio abrió por todo lo alto el 11 de diciembre de ese año con el objetivo de mostrar el mejor mobiliario
fatto en Italia y significó una revolución en muchos sentidos. La firma, fundada por los
hermanos Cesare y Umberto Cassina, había nacido en 1927 en Meda, una localidad de la región de Brianza –al norte de Milán– con gran tradición en la fabricación de muebles. Con la apertura de Milán, los hermanos Cassina apuntalaban su apuesta por la producción en serie –aunque la compañía nunca ha abandonado algunos métodos artesanales que transmiten tan alta calidad a sus piezas– y, además, le brindaban al mundo del diseño una escenografía de altura. El espacio, diseñado por Mario Bellini, uno de los grandes del diseño y la arquitectura del siglo XX; contaba con 1.200 m2 de superficie a pie de calle, un tamaño inusual para la época. Desde el primer momento, el showroom contó con la gran cúpula central que, tras diversas reinvenciones, aún hoy sirve de eje vertebrador del local.
Este año, en el cincuenta aniversario de la apertura de la flagship, la española Patricia Urquiola, directora creativa de Cassina, ha renovado por completo el local y ampliado el espacio existente hasta un total de 2.000 m2. Un camino de terrazo veneciano nos lleva desde la entrada hasta la nueva escalera de caracol, concebida casi como una escultura que asciende hasta la cúpula. Urquiola ha decidido abrir este gran techo circular a un espacio exterior que dota de luz natural al área de exposición y permite también acceder a las nuevas zonas habilitadas en el primer piso. Además de las oficinas de Poltrona Frau Group –la compañía propietaria de Cassina desde 2005–, se ha creado todo un espacio de eventos y trabajo para diseñadores y arquitectos que funciona como una especie de club social semiprivado. En este área, llena de mesas y
presidida por una larga estantería Infinito firmada por Franco Albini, Cassina pone a disposición de los profesionales sus servicios de consultoría y planificación y, también, una gran biblioteca de catálogos y materiales. Ojo a este dato porque Cassina cuenta con un legado de cientos de muebles creados por diseñadores de todo el mundo y ha trabajado con los más grandes del diseño y la arquitectura del siglo XX o ha adquirido los derechos para producir sus piezas. Hablamos de los maestros de la Bauhaus, Le Corbusier, Gerrit Rietveld, Frank lloyd Wright, Charles Rennie Mackintosh… Muchas de esas piezas las sigue produciendo Cassina bajo la colección I Maestri, después de haber llegado a acuerdos con los propios creadores, sus herederos o sus fundaciones. Hay que decir que Cesare Cassina fue pionero en pagar derechos de autor a los diseñadores y hoy, si la firma decide producir una pieza clásica, es fiel al diseño original, aunque le insufle nueva vida con otros materiales o acabados.
Este espacio de coworking –al que se puede acceder también directamente desde el número 18 de Via Durini– tiene sentido. Cassina, una firma sin diseñadores propios, siempre ha llevado en su ADN la innovación y el diálogo con los profesionales del diseño. La compañía se concibe a sí misma como el actor que permite hacer realidad los sueños de los diseñadores. El creador tiene la idea, y el concepto y el equipo técnico de la firma milanesa, verdadero punto fuerte de Cassina, la convierte en algo real, poniendo
UNA NUEVA ESCALERA DE CARACOL, CASI UNA ESCULTURA, LLEVA A LA CÚPULA DEL SHOWROOM
a disposición del proyecto las últimas tecnologías a su alcance y la innovación en materiales, pero sin dejar de lado el factor humano. De hecho, la compañía sigue produciendo las piezas en sus talleres de Meda. Allí, sus artesanos utilizan maquinaria y técnicas punteras, pero su saber hacer manual es imprescindible.
La renovación de la flagship de Cassina por parte de Urquiola es el último capítulo de una historia que otros grandes del diseño han contribuido también a escribir en estos 50 años. A Mario Bellini, creador del primer
showroom, le han seguido Vico Magistretti, Clino Trini Castelli, Achille Castiglioni, Giancarlo Tintori y Piero Lissoni.
Y dentro de esta nueva piel diseñada por Patricia Urquiola conviven ahora, como siempre, pasado y presente. Entre las novedades que Cassina presentó en la última edición de la Milan Design Week hay reediciones de piezas de Frank Lloyd Wright o Vico Magistretti, que conviven con nuevas creaciones de los hermanos Bouroullec o la propia Urquiola.