¡Este vino
Jean Leon lanza una nueva añada de su vino icónico, Vinya La Scala Cabernet Sauvignon Gran Reserva. Prepárate para saborear las particularidades de un vino digno de museo.
ay tres elementos clave para organizar una cena inolvidable: platos de calidad, compañía inigualable y un buen vino con una identidad única. Hoy queremos ayudarte a encontrar el tercer elemento de la fórmula. Puesto que una buena conversación es otro elemento esencial en una cena inolvidable, hemos querido llevar a tu mesa un vino con una apasionante historia a sus espaldas, pues la añada 1975 de Vinya La Scala, el primer vino elaborado mayoritariamente con cabernet sauvignon en España en 1971, fue elegida para la cena oficial de investidura de Ronald Reagan como presidente de los Estados Unidos en 1981. Vinya La Scala, certificado como ‘Vi de Finca’, se elabora únicamente aquellos años en los que la cosecha es excepcional, y la del año 2013 lo fue con creces gracias a unas condiciones climáticas que permitieron una maduración óptima de la uva. Se trata de un vino que es el epítome de la cabernet sauvignon y que procede de una pequeña parcela plantada en 1963 a 295 metros en el Penedès, envejece en barricas de roble francés durante dos años y en botella durante un mínimo de tres. Vinya La Scala Cabernet Sauvignon Gran Reserva 2013 es un vino de aroma intenso con una buena estructura tánica y un postgusto largo y persistente.
Desde 1979 cada nueva añada se ilustra con la obra de un conocido artista, y en esta ocasión la obra Atardecer. Paisaje a la
de la artista Gloria Muñoz,
que las barbacoas de Burnt Ends, dirigidas por el australiano Dave Pynt, ocupan el décimo lugar. La lista la completan cinco establecimientos con dos estrellas, que van de la cocina japonesa del Shisen Hanten a la mezcla de sabores nórdicos y asiáticos de Zén, y otros 37 restaurantes con una estrella, entre los que se encuentran el ya citado Candlenut y el Basque Kitchen by Aitor, del chef Aitor Jerónimo Orive.
Pero no es la variedad de culturas gastronómicas ni la interminable nómina de restaurantes galardonados lo que explica el furor que despierta Singapur entre los foodies del siglo XXI, es la relación que la ciudad tiene con la comida. Está presente en todas partes y a todas horas, en locales de todo tipo y condición. Aquí se come cuando hay hambre o cuando hay capricho, da igual lo que diga el reloj, que sea de día o de noche. Esta forma de comer buena y barata, que en
Tailandia o Vietnam tiene por escenario la calle, en Singapur se desarrolla en los bulliciosos hawkers, espacios compartidos por decenas de pequeños puestos. Imprescindible es visitar el Golden Mile Hawker Centre para probar los fideos que la señora Betty prepara en Da Po Curry Chicken Noodle, o las sopas del Golden Mile Special Yong Tau Foo. Otros hawkers recomendables son el popular Changi Village Hawker Centre o el Lau Pa Sat, instalado en un edificio con aires victorianos en el centro financiero de la ciudad, así como el Maswell Food Centre de Chinatown y el Tekka Centre, en Little India.
Aunque si hay dos locales que nadie debe perderse, esos son el Hill Street Hwa Pot Noodles y el Hawker Chan. Estos dos pequeños puestos rizan el rizo del mestizaje. Y lo hacen de la manera más sorprendente: maridando comida callejera y estrella Michelin. Ambos locales, modestos en tamaño y precio pero enormes en sabor, comparten galardón y buen hacer, basado en la calidad de los ingredientes y en años de dedicación. El primero de ellos destaca por su guo tiao tang y su gan mian, fideos con distintos tipos de carne y pescado seco con o sin sopa, mientras que el Hawker Chan se ha hecho mundialmente famoso por su soya sauce chicken rice, pollo estilo cantonés de corteza crujiente. Toda una experiencia estrella Michelin por menos de cinco euros.
Además de albergar una oferta gastronómica única, Singapur también se precia de ser una de las ciudades con las noches más animadas de Asia. Entre sus muchos locales de copas, podemos citar los peculiares Native Bar, que elabora sus bebidas con ingredientes naturales, o el Nineteen80 Bar, un viaje al pasado que discurre entre neones, videojuegos y música de los 80 y 90. Por su parte, el Aura Sky Lounge ofrece unos cócteles tan estupendos como sus vistas sobre la catedral de St. Andrew y los rascacielos de Marina Bay, y desde el Mr. Stork, en la planta 39 del hotel Andaz, se puede disfrutar con un Singapore Sling en la mano de una panorámica irrepetible, que abarca los 360 grados de una ciudad del futuro que ha sabido combinar tradiciones para hacer de la globalización la mejor receta. ♦◆♦