Una visión paRa los Robots
Bruno Bonnell es el director de Robosolution Capital, un fondo de inversión con sede en París que se dedica al desarrollo de la robótica. Para identificar proyectos ganadores nos dice– hay que centrarse en tres criterios clave. “Lo que buscamos por encima de todo es lo que llamamos ‘la hipertecnología’. Una propuesta debe suponer una auténtica ruptura y no solo mejorar algo que ya está en el mercado”, declara Bruno Bonnell. Asimismo, la tecnología debe responder a las expectativas de los consumidores, sin excepciones ni excusas. “No debe ser engañosa. Por ejemplo, ciertos vehículos autónomos que hemos analizado están basados en el vídeo. Mi primera pregunta es la siguiente: ¿qué ocurre si hay niebla y si es de noche? Si un automóvil no puede funcionar en estas condiciones, no tiene ningún interés”. Una solución robótica debe ser fácil de desplegar y de utilizar, es decir, generar la menor perturbación posible. “Este principio también se aplica a la industria: si requiere importantes
–modificaciones en las infraestructuras, no va a despegar”. Bruno Bonnell tiene más de treinta años de experiencia en el campo tecnológico y ha sido director general de Atari (desarrollo de videojuegos) durante ocho años, lo cual, según sus palabras, le ha resultado extremadamente útil. “Existe un vínculo natural entre los juegos y la robótica”, comenta. “La idea de proyectarse en un entorno diferente y manipularlo surgió en la industria del juego. Hoy, ese principio es el funda- mento de todo, desde el funcionamiento de los drones hasta la cirugía robótica”. Sin embargo, persisten algunos escollos. “La energía es el primero con diferencia” subraya Bruno Bonnell. “Todavía no sabemos cómo hacer funcionar robots sofisticados sin una fuente de energía externa. Aún estamos en los primeros balbuceos de la robótica y tenemos que encontrar la manera de cortar ese cordón umbilical”. También está la cuestión de saber hasta qué punto hay que de- jar que los robots piensen por sí mismos. “Además de los problemas éticos y prácticos, es sencillamente más eficaz que los robots estén controlados por seres humanos”. Entonces ¿cuál es el próximo campo de conquista de los robots? Para Bruno Bonnell, los transportes serán un eje fundamental de desarrollo: “El vehículo autónomo será una de las próximas evoluciones clave. De aquí a 2030, conducir el propio coche parecerá ridículo e incluso estará prohibido”. La aviación también debería automatizarse cada vez más. Sin embargo, el cambio más espectacular seguramente será el desarrollo de la teleoperación, el control de las máquinas a distancia: “Empiezan a verse los primeros frutos con la telepresencia”, explica Bruno Bonnell. “Al desarrollar este enfoque, es posible pilotar las máquinas y hacerlas funcionar a distancia en condiciones peligrosas, como debajo del mar o en entornos extremos como los desiertos o los polos. La clave está en combinar robots y seres humanos”.