CLARO, PRECISO Y MUCHAS VECES INCOMPRENSIBLE
Tecnicismos, neologismos y extranjerismos. "Papá, ¿de qué están hechas las nubes?". ¡Uf! La respuesta rápida es "de agua". Ahora bien, en la Era de la Información actual, en la que los más pequeños manejan −y comprenden− los términos tecnológicos mejor que muchos mayores, tanto esa vaga definición como la más desarrollada y muy lustrosa primera acepción de la RAE ("Agregado visible de minúsculas gotitas de agua, de cristales de hielo o de ambos, suspendido en la atmósfera y producido por la condensación de vapor de agua.") pueden resultar erróneas. No obstante, pese a haber jubilado su lema de 1714 'Limpia, fija y da esplendor', la RAE se ha adaptado y ya desde 2018 apunta "Espacio de almacenamiento y procesamiento de datos y archivos ubicado en internet, al que puede acceder el usuario desde cualquier dispositivo".
EL USO INAPROPIADO DE LAS PALABRAS NUEVAS DERIVA EN LA FALTA DE CLARIDAD DE LOS PROFESIONALES MÁS TÉCNICOS
La respuesta más techie habría sido la que indica un meme −palabra también incluida en el Diccionario de la lengua española− que se difunde desde hace años por la Red: las nubes están hechas "de servidores Linux, en su mayoría". Cientos de data centers (o mejor dicho, centros de datos o recursos) repartidos por todo el mundo que ofrecen a los usuarios una capacidad de almacenamiento y proceso cloud casi casi ilimitada. O, dicho de otra forma, espacios ubicuos pero de localización desconocida donde, siempre lexicográficamente, bajamos y subimos −o download y upload− información. Una suerte de trastero digital donde acumular, entre otras, cosas que nunca vamos a utilizar.
Utilicemos un símil mercantil: punto en la cadena de suministro donde las materias primas, el trabajo en proceso y los bienes se almacenan por períodos variables de tiempo. El resultado es el mismo. Y es que, en un intento por ser claros y precisos, el uso inapropiado de las nuevas palabras −algo de lo que también somos culpables en Computer Hoy− deriva en una falta de claridad de los profesionales cuando hablan con los usuarios. Lo seguiremos intentando. Como apunta Pérez-Reverte, "La RAE lo merece: notario de la lengua española y vértebra capital de una patria de 500 millones de hispanohablantes cuya bandera es El Quijote". ¡Chapó, Don Arturo!