Los smartphones también pueden trabajar en raW
Normalmente, los móviles guardan las fotos en formato JPEG por un sencillo motivo: ocupan lo mínimo posible. El problema de ello es que JPEG trabaja con lo que se llama ‘compresión con pérdidas’. Es decir, el mecanismo de compresión elimina datos de la foto que el ojo humano no suele percibir. Así, hay menos datos que almacenar y el tamaño del fichero se reduce. Por otro lado, cuando guardas una foto en JPEG, el procesador lee el contenido del sensor de imagen y después aplica todos los ajustes que hayas seleccionado (como el equilibrio de blancos, la saturación, el color, etc.). Luego almacena el resultado en la memoria con esos ajustes aplicados a los píxeles. En cambio, los móviles modernos de gama alta disponen del formato RAW. Si haces una foto en RAW (que significa ‘crudo’ en inglés), la cámara lee el contenido del sensor de imagen y no aplica ningún tipo de modificación, sino que graba los datos tal cual en memoria, sin cambios. Para activar el modo RAW, normalmente deberás acceder al modo configuración de tu cámara (suele estar representado por el icono del engranaje) y entrar al apartado Resolución para, en la nueva pantalla, activar el regulador Formato RAW. Ten en cuenta que, cuando ahora tomes fotos con tu móvil, los ficheros ocuparán substancialmente más espacio en la tarjeta, ya que carecen de la compresión con pérdidas de JPEG y solo se aplica una compresión similar a ZIP. Un fichero que en JPEG ocupe unos 4,5 MB en RAW puede ocupar hasta 30 MB. ¿Y qué ganas con ello? La posibilidad de ‘revelar’ la foto de forma digital en el ordenador con programas como Photoshop o Lightroom, para desde ahí aplicar todo tipo de correcciones y efectos a esa imagen.
te hemos dicho, porque el teléfono suele hacer varias fotos con diferentes exposiciones (un mínimo de tres instantáneas, subexpuesta, exposición normal y sobreexpuesta), que luego mezcla. Por ello, seguramente verás en pantalla mensajes indicándote que no muevas el móvil mientras haces cada una de las fotos o que uses un trípode.
Fotos panorámicas
La fotografía panorámica es una interesante variante de la fotografía de paisajes. Aunque puedes hacer panoramas de cualquier cosa, la naturaleza y los exteriores son siempre el entorno ideal para realizar este tipo de fotografía. Consiste, básicamente, en hacer fotos extremadamente anchas que cubren un gran ángulo, llegando incluso a los 360º. Por suerte, con los sensores de inercia y giroscopios que incorporan los teléfonos móviles, crear panoramas es más sencillo que nunca: simplemente tienes que ir girando la cámara lentamente. Así es como se hace: 1Comienza
por activar el modo Panorámica en la cámara. Nuevamente, su ubicación dependerá del modelo de móvil. Por ejemplo, es habitual encontrarlo entre las opciones adicionales o en la entrada Mas. Luego, selecciónalo con un toque y r ecuerda que es recomendable que coloques el teléfono en modo apaisado (aunque el sistema funciona de las dos maneras). 2Encuadra entonces el teléfono en el lado izquierdo desde el que quieres comenzar el panorama y presiona el disparador. Después, mueve el móvil lentamente hacia la derecha: aunque cada smartphone lo hace a su manera, lo normal es que se vaya completando el panorama , hasta que la cámara pare automáticamente o bien pulses/sueltes el disparador.
3El
resultado que puedes conseguir es como el de esta imagen . Has de tener siempre precaución con las panorámicas, porque suelen ser bastante grandes y pueden llegar a ocupar mucho en el teléfono. La que puedes ver aquí abajo está hecha con ajustes de baja resolución y ocupa unos 18 MPíx. Así que, si usas resoluciones más altas, puedes obtener imágenes de entre 80 y 100 MPíx, con cierta facilidad.