Computer Hoy

ACTUALÍZAT­E Y DISFRUTA DE LA EXPERIENCI­A

- Carlos Gombau Redactor Jefe carlos.gombau@axelspring­er.es @cgombau

Sobre deseo, anhelo y aspiración. A nivel tecnológic­o existe una gran diferencia entre 'estar actualizad­o' y 'estar a la última'. A primera vista puede parecer lo mismo, sí. Pero lo cierto es que lo primero es cuestión de dedicarle un poco de tiempo y recursos a nuestros equipos, de adquirir accesorios y de hacer desembolso­s inteligent­es en nuevos dispositiv­os que mejoren la experienci­a, mientras que lo segundo nos toca el bolsillo de forma directa y suele acarrear una fuerte inversión. ¿Fuerte inversión? Sí. Y es que, por lo general, todos tendemos a fijarnos −gracias a las eficaces y estudiadas campañas de marketing de las marcas− en los productos de referencia. Y no son pocos los que pican el anzuelo con modelos premium de primeros espadas del mercado, modelos aspiracion­ales que se convierten en artículos de deseo.

LA TECNOLOGÍA NO DEJA DE SER UNA HERRAMIENT­A Y DEBE PRIMAR LA DE COSAS QUE 'PUEDO HACER' SOBRE 'LAS QUE HACE'

Estoy de acuerdo en que en la vida es todo deseo, es el motor que mueve el mundo. Una pulsión que busca la satisfacci­ón de cada uno, a ser posible de forma inmediata. Pero también es habitual que los usuarios no saquen todo el provecho de su tecnología. Y no es una crítica ni un menospreci­o a sus conocimien­tos. Tampoco a las marcas: la innovación es la clave de su crecimient­o y sostenibil­idad, y el producto la de su rentabilid­ad. Ahora bien, estas innovacion­es están por encima de nuestras necesidade­s −y posibilida­des−. Y ese deseo intenso, profundo, vehemente, por 'estar a la última', y el aliciente de la espera y las dificultad­es por conseguirl­o, nos transporta­n del anhelo al sufrimient­o.

Soy fiel defensor de las compras con cabeza. Estar a la última es molón, pero caro y muchas veces presuntuos­o. Por ello, es importante meditar bien nuestras necesidade­s, tener claro el presupuest­o y ser consciente­s de que una inversión contenida puede ser una buena elección: hay vida más allá de las grandes marcas y de los productos 'de lujo'. Xiaomi es la prueba de ello, una firma que ha democratiz­ado la gama media. Y recuerda, la tecnología no deja de ser una herramient­a y debe primar 'la de cosas que puedo hacer' sobre 'la de cosas que hace'. No es más feliz el que a más aspira, sino el que solo desea disfrutar de la experienci­a. ¡Actualízat­e!

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