IA PARA NIÑOS ENFERMOS
Respirar... algo que casi todo el mundo da por sentado, pero todo un desafío para 18 pacientes de un hogar infantil. La IA les está ayudando.
Desde hace tiempo, una inteligencia artificial compleja ayuda a pacientes de un hogar infantil.
En el hogar infantil AtemReich de Múnich, los especialistas cuidan de sus 18 jóvenes residentes las 24 horas del día. Esto se debe a que los niños no pueden respirar por sí mismos, por lo que la instalación pretende que crezcan de forma digna y adaptada para ellos y sus necesidades especiales. Y desde hace algunos años, una inteligencia artificial (IA) muy compleja también ayuda.
Culpa de Microsoft
¿Cómo entró la IA en la casa de los niños? Ana Campos, codirectora general de la empresa Trivadis, desempeñó un papel decisivo en ello. Conoció AtemReich a través de su socio Microsoft y se enganchó al proyecto, también por experiencia personal: “Mi hermano sufre una epilepsia severa y está gravemente afectado. Siempre tuve la esperanza de que las nuevas tecnologías acabaran ayudándole. Cuando oí hablar de AtemReich, tuve claro que teníamos que hacer todo lo posible para ayudar a los niños de allí”.
La tecnología utilizada en la casa de los niños reúne los datos de los dispositivos médicos y los analiza con la ayuda de la IA. Controla el pulso, la saturación de oxígeno, el ritmo respiratorio y los niveles de gases en sangre, por ejemplo. Los análisis ayudan a los médicos y enfermeras a identificar cualquier tipo de anomalías que se puedan presentar en la ventilación de los niños y comprender mejor lo que ocurre, ajustar rápidamente el tratamiento si es necesario y prevenir así una parada respiratoria o la pérdida de conocimiento.
Los análisis también incluyen los protocolos de medicación y detectan la inquietud de los niños. Así pretenden mostrar la relación entre la medicación y el comportamiento inusual. Según Ana Campos, esto es especialmente importante porque muchos de los niños tienen una capacidad de comunicación muy limitada.
Y la IA puede mejorar considerablemente la vida cotidiana tanto del personal como de los pacientes: Campos recuerda, por ejemplo, a un niño de 13 años que sufría episodios recurrentes de agresividad en los que se autolesionaba y los cuidadores no lograban comunicarse con él. Los análisis de IA mostraron que la razón de estas fases agresivas podría ser una dosis excesiva de un medicamento. Se ajustó la medicación y volvió a estar mejor.
La IA ayuda, no decide
Pero ¿cuánta influencia mantienen los experimentados médicos y enfermeras? A mucha gente le preocupa que un ordenador decida incluso sobre la vida y la muerte. Ana Campos se encuentra con estas preocupaciones a menudo: “Tales ideas se basan en la suposición de que todos los aspectos de la acción, el pensamiento y la experiencia humanos pueden modelarse como procesos de información y simularse digitalmente. Pero solo los humanos poseemos la capacidad de dar sentido y significado a algo o a alguien y crear algo nue
vo a partir de ello”. Esto incluye decidir cómo utilizamos las nuevas tecnologías, tanto ahora como en el futuro. Las nuevas tecnologías deben apoyar, aliviar y complementar a las personas, pero no sustituirlas.
Una IA en aprendizaje
En AtemReich, la inteligencia artificial se utiliza con sentido común, pero el sistema no puede dormirse en los laureles y los próximos avances ya están en marcha: entre otras cosas, las grabaciones de vídeo van a ayudar a evaluar el estado de salud. Por ejemplo, los especialistas que examinan actualmente a una niña de dos años que presenta repetidamente problemas respiratorios. Con la ayuda del material de vídeo obtenido, la IA podra mejorar aún más sus análisis.
La IA no es la que decide qué hacer. Solo ofrece consejos importantes.
Ana Campos Co-CEO Trivadis