CONTROL INTELIGENTE
Debido a las presiones migratorias y a los atentados terroristas vividos en los últimos años, la gestión fronteriza se ha vuelto una prioridad para la Comisión Europea.
La gestión fronteriza es prioridad para la Comisión Europea, y la tecnología es clave.
El Sistema de Información de Visados (VIS o Visa Information System) lleva en funcionamiento desde el año 2015 en los consulados de los Estados miembros, y su consulta es ahora obligatoria para los titulares de visados que entran en el Espacio Schengen. Además, en febrero de 2013 se incorporó el concepto de Fronteras Inteligentes (Smart Borders).
Se trata así de un ambicioso paquete de medidas legislativas elaborado en colaboración con el Parlamento Europeo. En particular, el nuevo sistema de entrada y salida (SES) creará un sistema de información unificado, para registrar los datos de los movimientos de entrada y salida de nacionales de terceros países, que crucen las fronteras externas de la UE para estancias cortas. Este nuevo sistema SES, adoptado y firmado el 30 de noviembre de 2017 por parte del Consejo Europeo, estará operativo en 2022 y se utilizará en combinación con la Directiva Europea PNR (Registro de Nombres de Pasajeros), que desde el 25 de mayo de 2018 tiene como finalidad recoger los datos de todos los pasajeros del transporte aéreo.
El SES se basa en el principio de que la mayor parte de los visitantes actúan de buena fe, y pretende cambiar de forma radical el Código de fronteras Schengen con el objetivo de crear fronteras inteligentes automatizando los controles y registros que se realizan a los visitantes legítimos, a la vez que se fortalecen los métodos para combatir la migración irregular; y, por otro lado, crear un registro central de los movimientos transfronterizos.
Y, teniendo en cuenta que está pensada para mejorar la calidad y la eficacia de los controles y registros del Espacio Schengen, la base de datos común del SES ayudará a reforzar la seguridad nacional y la lucha contra el terrorismo y los delitos graves. Además, permitirá identificar de forma sistemática a las personas que se queden más tiempo del que deberían en el Espacio Schengen. Este representa uno de sus principales desafios y, para afrontarlo, la biometría facial se presenta como una herramienta tecnológica clave del SES, que deja de limitarse a los aeropuertos y podrá adoptarse en cualquier puerto de entrada.
SES: un mecanismo de prevención y detección
Las actividades delictivas como la trata de personas, el tráfico ilícito de migrantes y el contrabando de mercancías son posibles debido al cruce ilegal de fronteras, ya que no existe un sistema que registre los movimientos de entrada y salida en Europa. Además, la ruta para identificar el fraude está, por desgracia, muy transitada: controles ‘estándar’ al entrar en el Espacio Schengen, al que le sigue la destrucción de los documentos de identidad para así cometer actos malintencionados (ya que la autenticación sin una identificación es imposible). Y, por esta misma razón, la buena noticia al respecto es que, aunque el SES está diseñado para los visitantes ‘de buena fe’, a largo plazo, también actuará como un poderoso método para prevenir y detectar las actividades terroristas u otro tipo de delitos graves.
Los datos que se almacenarán en el nuevo registro durante cinco años, incluidos los de aquellas personas a las que no se les ha permitido cruzar la frontera, se compondrán principalmente de nombres, números de pasaporte, cuatro huellas digitales y fotografías.
Ademas, podrán acceder a ellos las autoridades fronteri
zas, encargadas de emitir los visados, además de la Europol. El sistema estará también a disposición de las autoridades investigadoras, ya que permite la consulta de los movimientos transfronterizos y el acceso a los historiales de viajes. Todo esto se llevará a cabo con el máximo respeto a la dignidad e integridad humana. El mecanismo pretende ser muy claro a este respecto: las autoridades competentes no podrán discriminar a personas por motivo de su sexo, color, etnia, origen social, características genéticas, idioma, religión o creencia, opinión política o de cualquier otra índole. Las investigaciones tampoco deben discriminar la pertenencia a una minoría nacional, propiedad, nacimiento, discapacidad, edad u orientación sexual.
Revaluación del Código de fronteras Schengen
Como se espera un aumento del número de nacionales de terceros países que visiten el Espacio Schengen (887 millones para 2025), el desafío consiste en hacer que los controles fronterizos sean más rápidos y sencillos. Se trata de una iniciativa bastante ambiciosa, ya que supondrá que se revalúe el famoso Código de fronteras Schengen (www.boe. es/doue/2016/077/L0000100052.pdf ), que requiere la realización de manera manual de controles exhaustivos por parte de las autoridades del Estado miembro, en los puntos de entrada y de salida, sin la posibilidad de automatización. Además, el Código de fronteras Schengen no incluye ninguna disposición en materia del registro de movimientos transfronterizos. El procedimiento actual solo requiere que se sellen los pasaportes con la fecha de entrada y salida. Se trata del único mecanismo que tienen a su disposición los guardias fronterizos, para valorar si se ha sobrepasado el derecho a permanecer en un determinado país. Una tarea que no resulta sencilla con sellos mal estampados o colocados de forma aleatoria en la libreta del pasaporte. Asimismo, los sellos se pueden falsificar y no hay ningún registro electrónico en ninguna base de datos.
Otro problema a tener en cuenta es que los visitantes frecuentes o aquellas personas que viven cerca de las fronteras tienen que sustituir sus pasaportes cada dos o tres meses, ya que se quedan sin espacio para nuevos sellos. Y este proceso es arcaico, sobre todo con las posibilidades tecnológicas actuales. El paquete de medidas planteadas en 2013 se componía de estas tres propuestas:
• Creación de un sistema de entrada y salida automático (SES).
• Un RTP (Registered Traveler Program o Programa de Viajeros Registrados), para permitir que los visitantes frecuentes, previamente aprobados, se beneficien de un control
mucho más sencillo en la frontera. Sin embargo, esta iniciativa se ha acabado retirando debido a la complejidad de su implementación.
• Modificación del Código de fronteras Schengen.
El órgano principal del SES es eu-LISA, la Agencia Europea
para la Gestión Operativa de Sistemas Informáticos de Gran Magnitud, y se encargará de las siguientes cuatro tareas: desarrollo del sistema central, implementación de una interfaz nacional uniforme en cada Estado miembro, proporcionar un canal seguro de comunicación entre el sistema central del SES y el sistema central del VIS y, por último, ofrecer una infraestructura de comunicación segura y cifrada entre el sistema central del SES y las interfaces nacionales uniformes.
Por su parte, cada Estado miembro será, a su vez, responsable de la organización, gestión, funcionamiento y mantenimiento de la infraestructura nacional de fronteras y de su conexión con el SES.
Una gestión de fronteras optimizada
Con el nuevo mecanismo, los nacionales de terceros países recibirán el mismo trato independientemente de que requieran o no visado. Por lo tanto, los Estados miembros podrán identificar cualquier migrante o visitante irregular que haya cruzado las fronteras de forma ilegal y facilitar su expulsión, si es necesario. El proceso puede ser asistido o automático, por ejemplo: los visitantes podrían autenticarse en un terminal de autoservicio, bajo la supervisión de un guardia fronterizo, en el que se muestre la siguiente información: fecha, hora y paso transfronterizo, en lugar de los sellos manuales; notificación de la denegación de en
trada, si corresponde; duración máxima autorizada de la estancia; y notificación de una transgresión de la estancia autorizada, si corresponde.
Para las autoridades de los Estados miembros, se trata de un salto revolucionario, teniendo en cuenta las deficiencias del sistema actual. Además, se prevé que se puedan obtener valiosas estadísticas para una mejor gestión de la concesión o rechazo de los visados, conforme a los movimientos transfronterizos. Todo ello a partir de datos como la transgresión de las estancias máximas autorizadas o el historial de los movimientos transfronterizos.
SES: una acceso muy bien regulado
Cada Estado miembro debe notificar a la agencia eu-LISA aquellos cuerpos de seguridad que tienen autorización para consultar los datos. La finalidad de esto es prevenir, detectar o investigar atentados terroristas y otros delitos graves. La Europol, que desempeña una función crucial en la prevención de delitos, se incluirá entre los cuerpos de seguridad que estarán autorizados para acceder al sistema, dentro del marco de sus tareas. En cambio, los datos del SES no podrán transferirse o ponerse a disposición de ningún tercer país, organización internacional o entidad privada establecida dentro o fuera de la Unión Europea. Por supuesto, en el caso de investigaciones para identificar a un nacional de un tercer país o para prevenir o detectar atentados terroristas, puede haber excepciones. Asimismo, el volumen de datos registrados en el SES se reducirá enormemente, a 26 tipos de datos (en lugar de 36 inicialmente previstos en 2013).
El mecanismo se negociará entre el SEPD (European Data Protection Supervisor o Supervisor Europeo de Protección de Datos) y las autoridades nacionales responsables de aplicar el nuevo reglamento. Los datos obtenidos se limitarán a la mínima información: apellidos, nombre, documento de viaje, referencias del visado, una imagen facial y cuatro huellas dactilares. Para cada visita, se registrará la fecha, hora y paso transfronterizo. Esta información se almacenará durante cinco años y permitirá a los guardias fronterizos y a las oficinas consulares analizar el historial de viajes de los solicitantes al expedir nuevos visados.
La biometría facial: la herramienta clave
El SES supone un cambio radical para el Código de fronteras Schengen, ya que se usará para registrar los datos biométricos de todos los visitantes de terceros países. Actualmente, solo se registran en el VIS aquellos que necesitan un visado. El nuevo sistema combina las cuatro huellas digitales y una fotografía para el reconocimiento facial en la entrada, aunque cualquiera de estas dos herramientas es aceptable para la salida. El rostro es ahora la clave para la apertura de los pasos fronterizos. Este es el proceso:
• Se seguirán recogiendo cuatro huellas digitales en el primer control, para verificar si el viajero no aparece aún en la lista del SES o del VIS.
• Si no aparece, la autoridad fronteriza creará un expediente y se asegurará de que la fotografía del documento de lectura mecánica corresponde con la imagen facial en directo del nuevo visitante.
• La siguiente vez que crucen la frontera, su cara determinará si se les permite o no pasar.
La biometría es, por tanto, el caballo ganador de la iniciativa del SES y ya no solo en los aeropuertos, como ocurre en la actualidad, también estará presente en los puertos marítimos y en los pasos fronterizos terrestres.
El SES y la lucha contra el robo de identidad
El SES es complejo y ambicioso, ya que no solo agilizará el cruce de fronteras sino que hará que los controles y registros sean más fiables. En lo que respecta a las políticas de migración y prevención de actos malintencionados, ahora será posible identificar a aquellas personas que incumplan los requisitos de entrada, y será posible acceder a su historial de viajes. El SES se convertirá en una herramienta clave para luchar contra el robo de identidad, en particular dentro del Espacio Schengen, ya que se registrará a cada visitante al llegar a la frontera.