compacto y muy ágil
Una carcasa ligera de carbono, pantalla brillante y un procesador que consume poco: ¡el Lenovo Yoga Slim Carbon nos sorprendió en la prueba!
Además de bonito, el portátil Lenovo Yoga Slim Carbon 7 13 es ligero, potente y cuenta con una pantalla nítida.
El portátil ideal para el uso móvil necesita ser muy ligero para no pesar en la mochila, ofrecer una buena autonomía y desplegar mucha potencia. Y justo ese tipo de modelo es el que acaba de presentar Lenovo: el Lenovo Yoga Slim Carbon 7 13. ¿Qué tal se porta como compañero del día a día? ¿Trabaja rápido? ¿Y cuánto aguanta sin necesidad de correr hacia el primer enchufe?
Una primera impresión muy muy positiva
Cuando sujetas el Yoga Slim Carbon 7 13 en tus manos por primera vez, te quedas gratamente sorprendido: solo pesa 975 g. Y con ese peso en la ficha, se trata del segundo portátil más ligero que Computer Hoy ha probado en los últimos años, por detrás del Microsoft Surface Go 2 (786 g). Pero seamos del todo justos en la comparación: a diferencia del Surface Go 2, el Yoga no ofrece una pequeña pantalla de 10”, sino una de 13,3”, con lo que puedes trabajar de forma más cómoda cuando estás fuera de casa. Con sus medidas de 30 x 21 cm el Yoga sigue cabiendo en casi cualquier mochila y, por lo tanto, es muy cómodo de llevar con nosotros a cualquier sitio. En la carcasa blanca reside uno de sus secretos: no es de plástico o aluminio, sino de carbono.
La ventaja es que el Yoga es superligero y se muestra tan resistente como el aluminio. Las calidades son muy buenas y la impresión de valor del portátil muy superior a la de una carcasa de plástico. Además, el teclado y el reposamanos no ceden, ni siquiera ante las presiones más elevadas. Ni tampoco lo hace su brillante pantalla.
El ojo también trabaja
En la pantalla el mayor fabricante de ordenadores ha decidido salirse de lo más habitual: en vez de resolución FullHD, el Yoga tiene WQHD, con 2.560 x 1.600 píxeles. Y como sus más de 4 millones de píxeles están en una pantalla con una diagonal de 34 cm, la densidad es de 229 ppp. De modo que el Yoga nos ha convencido con una definición muy elevada. Y la fidelidad de color (98,6 %) y el contraste (1.135:1) presentaron también un excelente nivel.
Trabaja deprisa…
Aunque vayamos a movernos a todas partes con nuestro portátil, también queremos potencia. La velocidad también es muy alta en el Lenovo Yoga Slim Carbon 7 13: incluso los procesamientos de fotos o vídeos más exigentes se realizaron en un momento. Si echas un vistazo debajo del capó verás rápidamente el porqué: el corazón es un procesador potente de gama media, venido directamente desde la serie Tiger Lake de Intel. La memoria no es enorme con 8 GB, pero sí suficiente. Windows, los programas y datos se encuentran en un SSD M.2 con 477 GB efectivos de espacio y conexión PCI Express 3.0.
Si hay algo de lo que quejarse, es que el chip gráfico integrado Iris Xe resulta demasiado flojo como para jugar los títulos más modernos y punteros, como ‘Cyberpunk 2077’. Pero lo cierto es que el Yoga no pretende ser un ordenador portátil para los entusiastas del gaming. Y eso está bien.
… y aguanta mucho
Los portátiles de gaming suelen aguantar poco y, por tanto, se han de enchufar a menudo.
Al Yoga Slim apenas se le pueden ver fallos, es casi el portátil de 13” perfecto.
Ingolf Leschke
Redactor
Pero como hemos señalado, ese no es el caso del Yoga, cuyo espíritu se aleja del ámbito meramente jugón y se postula como un todoterreno fácil de llevar: trabajando pueden pasar 6,5 h, antes de que necesite ser cargado. Y viendo vídeos llega incluso a alcanzar hasta las 7 h. Y estos datos son de lo más significativos si se tiene en cuenta que su pantalla WQHD cuenta con el doble de píxeles que los modelos con pantalla FullHD.
Ligero y silencioso
También es agradablemente destacable que el Yoga apenas llegó a mostrar síntomas de calentamiento tras dos horas de trabajo (20,3 ºC / 11,9 ºC de diferencia con respecto a la temperatura ambiente). Y, aunque a plena carga se escuchan los ventiladores, no son muy molestos (1,9 Sone). En el día a día normal es mejor aún: ni siquiera se llegan a oír (0,1 Sone).
Si repasamos las cifras de la ficha del Lenovo Yoga Slim Carbon 7 13 observaremos que tanta ligereza no está reñida con las ganas de comunicarse con otros. Además de una salida de auriculares y un conector HDMI, el Yoga remata airosamente la faena con tres puertos USB-C 3.2 con soporte Thunderbolt y WiFi 802.11ax. Integra la ya habitual pareja de webcam y micrófono, pero curiosamente no dispone de una ranura para poder utilizar tarjetas de memoria, una contrariedad salvable con un lector USB, pero poco comprensible.
ConCLUsIón
El Lenovo Yoga Slim Carbon 7 13 es un ordenador portátil compacto, extremadamente ligero y con buenos acabados. Pero no todo se limita al aspecto estético: además de entrar por los ojos, es rápido sin llegar a calentarse. La pantalla nítida y el procesador potente no consumen mucho, de modo que aguanta entre 6 h y 7 h sin necesidad de enchufe. Lógicamente, la suma de todo esto lo convierte en un candidato perfecto para el uso móvil. Está entre los mejores portátiles, en general, lo que justifica el precio de casi 1.000 €.