Explorers
El buceo es una excusa fantástica para viajar. Y puestos a buscar puntos de inmersión diferentes y extremos, ninguno como las aguas heladas de la Antártida o el océano Ártico.
Nuestros expertos nos traen tecnología punta, tendencias culturales y buena lectura para empezar el año.
Cuando uno se sumerge en el océano a 2 ºC por un agujero hecho en una capa de hielo de un metro de espesor lo que se supone que debe sentir es pánico. Allá abajo la visibilidad es reducida y la baja temperatura del agua es capaz de matar en cinco minutos a un ser humano que cayera sin protección térmica. Y sin embargo, lo que se experimenta es un estallido de placer, un gozo indescriptible. Bucear bajo el hielo o en zonas polares es una de las especialidades más extremas del submarinismo. Pero con el equipo técnico adecuado y un buen entrenamiento se puede practicar con tanta seguridad como en aguas cálidas. La empresa holandesa Waterproof Expeditions organiza expediciones de buceo por todo el mundo, con salidas programadas o totalmente a medida, y para equipos científicos y de filmación. Una de sus especialidades son las inmersiones
en zonas polares. Por ejemplo, para hacer esnórquel entre témpanos de hielo en la Antártida o para bucear en las costas de Groenlandia, en el lago Baikal o en Spistbergen. Ofrecen en exclusiva cursos para obtener el Polar Divers Specialty, un título avalado por PADI que cualifica para bucear en aguas heladas. Es necesario estar en posesión del certificado Open Water Diver y demostrar pericia en el uso de trajes secos. Aunque no son buceos para ver peces –los hay en abundancia, pero viven más profundos–, sino para experimentar el placer de sumergirse junto a grandes témpanos de hielo y de explorar regiones remotas, son posibles los encuentros con ballenas, orcas, leones marinos y cardúmenes de arenques. Info y precios en waterproof-expeditions.com.