Propiedad intelectual
El escepticismo se cura mediante las pruebas empíricas, y nada mejor que una inmersión total en un complejo médico que desprende tranquilidad para asumir que necesitamos descanso para seguir con fuerza.
En general duermo poco. Esta es la frase que he repetido en cada una de las consultas clínicas que tuve en SHA Wellness Clinic. El SHA, como se conoce, es un concepto complicado de transmitir. Confieso que para mí mismo era difícil. A pesar de llevar tiempo oyendo hablar de este ambicioso proyecto de la familia Bataller, no estaba seguro de si aquello era exactamente un hotel, una clínica, un balneario... Me lo encontré todo. Unas vistas espectaculares sobre la bahía de Altea y sobre la montaña del parque natural de Serra Gelada que comienzan a transmitirte esa sensación de paz y tranquilidad que es omnipresente en todo el complejo y durante toda la estancia. Me atrevería a decir que se prolonga durante un tiempo después de haberlo abandonado. Esta es la única clínica de la que no te querrías ir en una larga temporada.
Acudí sin ninguna patología importante. Simplemente con el deseo de mejorar. ¿Mejorar qué? Nada en concreto y todo en general. Mi modo de vida es estresante, como el de la mayoría, y tengo la necesidad de reorientarme para afrontar los retos con mayor energía.
Las tres consultas que tuve fueron con el terapeuta nutricionista Mario López Pomares, con el doctor Bruno Ribeiro, de la unidad de desarrollo cognitivo, y con la doctora Xenia Maevskaya, médico generalista. En mi fugaz visita a SHA cada especialista se ocupó de una parte de mí, pero todas ellas estaban interrelacionadas. Mario me dio sabios consejos para mejorar mis hábitos alimenticios. Consejos que me empecinaré con el tiempo en no seguir pero que han dejado un poso en mi subconsciente en forma de rechazo a la leche, el azúcar y el pan. Un pequeño paso en el largo camino para alcanzar una alimentación ordenada.
La doctora Maevskaya, una griega con delicioso acento polaco, me realizó un diagnóstico mediante electroestimulación de los meridianos. Del análisis se desprende que el estrés provoca dolores de espalda