tu cita con el mundo maya
Solo podrás conocer los secretos del Mundo Maya mexicano si vienes a vivirlos. Tus cinco sentidos se inundarán de sensaciones que quedarán para siempre en tu memoria. Aquí la historia es una cultura viva.
El Mundo Maya no solo es cultura y naturaleza. El lujo contemporáneo está presente en sus resorts, haciendas, hoteles boutique, ciudades, y campos de golf
Sabores nuevos cada día, con las recetas ancestrales de la civilización que asistió a la creación de nuestro mundo. Colores de la naturaleza que hasta ahora te parecían imposibles, que jamás habías visto ni volverás a ver, salvo que vuelvas aquí. Aventuras en profundas gargantas de agua. Aromas de plantas exóticas. La increíble sensación de paz que solo encontrarás en la selva, donde te harás la ilusión de pisar la tierra que nunca antes un ser humano había pisado. Y cenotes, aguas sagradas para los dioses mayas... El Mundo Maya mexicano está presente en una cultura viva, que puedes encontrar hoy mismo en los estados de Campeche –cuya zona arqueológica Calakmul ha sobrevivido al paso de los siglos–, Quintana Roo –abierta al mar Caribe, donde agua, lujo y paz son palabras sinónimas–, Yucatán – con Chichen Itzá y Uxmal, los más impresionantes vestigios arqueológicos de la civilización Maya–, Chiapas –donde vivirás aventuras en la selva como en ningún otro lugar del mundo– y Tabasco, un lugar que es mucho más –y nada menos– que ríos y lagos impresionantes. Pero lo que más te llamará la atención es su gente, el verdadero tesoro de los Mayas. Los mayas modernos son orgullosos descendientes de una civilización que hace 8.000 años ya estaba en el techo del mundo, y atesoraban ingentes –y aún hoy inexplicados– conocimientos sobre astronomía, medicina, matemáticas o arquitectura. Y siguen viviendo en las tierras de sus antepasados, manteniendo vivas sus tradiciones, formas de vestir, gastronomía y costumbres. Se trata de gente cercana, cálida. Gente que vive con la serenidad y la seguridad propias de quienes han visto pasar, impertérritos, la historia ante de sus ojos. La pregunta no es si estás interesado en venir, la pregunta es: ¿qué tan lejos quieres llegar?