Palazzo Presta
Antes de nada, una aclaración para evitar despistes geográficos: en Gallipoli ni hubo sangrientas batallas ni Mel Gibson protagonizó dramas épicos. No en esta Gallipoli italiana –la otra está en Turquía–, parada obligada si viajas a Puglia y te dejas caer por las azulísimas aguas de la costa jónica. Aunque en temporada alta se convierte en un repiqueteo incesante de chanclas y clics de foto aquí y foto allá, este islote amurallado, unido a la península por un puente del siglo XVI, merece que compruebes la ingente cantidad de arte que puede caber en tan poco espacio. Y, entre fachadas barrocas y vestigios bizantinos, se cuela en un callejón hasta casi pasar desapercibido el Palazzo Presta, llamado así porque aquí vivió Giovanni Presta, médico y agrónomo célebre por su estudio del aceite de oliva en la región de Salento. Y ojo, en Gallipolli presumen de tener el mejor del mundo. El hotel, de recientísima apertura tras una ardua reforma, mantiene los muros y arcadas originales, pero la entrada te transporta al universo de Willy Fog y cada suite es un guiño a un lugar del mundo de los muchos que ha recorrido la pareja propietaria. Los atardeceres en la azotea son una delicia... y el desayuno también. Ellos mismos suelen estar aquí para contártelo todo sobre su sueño cumplido (palazzopresta.it).