ARQUITECTURA
Se llama Arctic Bath, es tan alucinante como gélido y promete ser una de las aperturas más sonadas de 2019.
Abre en Suecia el spa más alucinante (y gélido).
Es muy probable que los nombres de Bertil Harström y Johan Kauppi no te suenen de nada... pero te sonarán. Ellos son arquitectos y los creadores de todo lo que ves en esta página, casi un decorado de ciencia ficción que es tan real como que a finales de 2019 podrás visitarlo. Se llama Arctic Bath, se encuentra en Harads, en la Laponia sueca, y juega a parecer (y ser) una isla de madera flotante sobre el río Lule, una especie de templo que rinde homenaje a la importancia de los bosques en el país escandinavo incluso aquí, a sólo 60 kilómetros del Círculo Polar Ártico. Su forma circular contrasta con la geometría trapezoidal de las seis habitaciones, también flotantes, que ofrecen al remolón la posibilidad de alargar la visita. Porque todo apunta a que quien vaya querrá quedarse. Eso sí, los frioleros tendrán que pensárselo dos veces: baños a cuatro grados en cualquier época del año para tonificar (aún más) la piel, combinaciones de saunas cálidas con spas árticos, contemplación de auroras boreales, siestas durante el verano bajo el nada tórrido sol... Las actividades incluirán, además de un sinfín de tratamientos inspirados en su latitud, excursiones por la zona –como caminar sobre el río helado para los más valientes– y un restaurante con cocina basada en los ingredientes locales, desde pescados de agua dulce a frutos rojos y curiosas hierbas aromáticas. ¿Quién dijo frío? (arcticbath.se).