2. LE CERF AMOREUX Cordon-Combloux (Francia)
Por fuera parece un chalet alpino de lo más tradicional. Por dentro, también, pero al estilo wabi-sabi –ya sabes, la belleza está en la ‘imperfección’–. Paredes y techos de madera de pino sin pulir, ropa de cama en tonos naturales, armarios de estilo saboyano, una fondue junto a la chimenea... La responsable de todo lo que ves y de las historias detrás de cada objeto es la diseñadora parisina Lisa Konckier-Abrat. Las once habitaciones miran de frente y sin pestañear al Mont Blanc (sí, ¡guau!).
El entorno: está entre Cordon y Combloux, a 10 minutos del idílico pueblito de Megève (lecerfamoureux.com).