VIDAS DE HOTEL
Tiger Mountain Pokhara Lodge (Pokhara, Nepal)
Misión: preparar bollos de queso y cebolla en Nepal.
Cuando los huéspedes del Tiger Mountain Pokhara Lodge se levantan al alba para ver cómo los primeros rayos del sol iluminan las cumbres de los Annapurna, Nar Bahadur Tamang ya suele andar trasteando en la cocina, amasando el pan, los bollitos y pasteles que tanta alegría provocan durante el desayuno y los continuos tentempiés. “Acabo de sacar del horno unos bollos de queso y cebolla que me han quedado riquísimos”, comenta orgulloso antes de irse a continuar con las tareas diarias del huerto. Mientras, Buddhiram Mahato, jefe adjunto de cocina, se esmera en moler la cúrcuma que nunca le ha de faltar a un buen plato de alu dum.“Aunque solo tenemos 18 habitaciones, como todo lo que servimos es casero, siempre hay mucho que hacer”, comenta sin distraerse. Curries tradicionales para almorzar y reponedoras sopas calientes y recetas de carne o pescado del lago Phewa para cenar. “Me encanta hacer postres y, sobre todo, quiches. Mi favorita es la de trucha ahumada y espárragos”, confiesa el cocinero. Buddhiram y Nar llevan trabajando en el lodge desde que abrió, hace 21 años. No son los únicos. “Casi todos los miembros del personal llegamos entonces, prácticamente a la vez, así que sentimos esto como una extensión de nuestra familia”, asienten al unísono. El lodge, pionero del turismo responsable en el país y promotor de numerosas iniciativas de conservación, es el lugar perfecto para concederse unos días de descanso, masajes ayurvédicos y buenos alimentos antes (o después) de un gran trekking, conectando con el aletargado ritmo rural del valle de Pokhara y con la omnipresente cordillera. “Machapuchare, Dhaulagiri, Manaslu... Las montañas son nuestra identidad, son el símbolo de Nepal. Desde allí arriba los dioses nos protegen” (tigermountainpokhara.com; desde 350€).
En todas las familias y en todos los grupos de amigos se ha escuchado más de una vez aquello de “A ver cuándo alquilamos una casita y nos vamos todos, aunque sea un fin de semana”. ¿Te suena? Pues ya va siendo hora de cumplirlo. Etxelaia es un lugar idóneo para ese plan. Se trata de una villa ubicada en Gautegiz Arteaga, en plena Reserva de la Biosfera de Urdaibai, que forma parte del corazón de la provincia de Vizcaya. Se alquila íntegramente y de manera exclusiva a un único cliente con sus acompañantes. Dispone de ocho habitaciones, siete cuartos de baño, dos salones y una biblioteca perfectos para compartir grandes momentos, una piscina, una amplia terraza, jardín y una gran cocina perfectamente equipada. Tiene capacidad para acoger a 18 personas, de manera que es perfecta tanto para particulares como para empresas que quieran realizar un evento, desde retiros de yoga hasta actividades de coaching o team building. Su carta de servicios es muy amplia. ¿Eres de los que disfruta del olor del café caliente nada más despertarte? Pues aquí puedes tener el desayuno listo, previa reserva. Etxelaia ofrece la posibilidad de tener un catering a tu gusto y el de tus acompañantes (con camarero incluido), limpieza durante tu estancia, babysitter, desplazamientos, servicio de lavandería completo para las estancias más largas... Y, por supuesto, se encargan de la contratación de guías para que conozcas la zona. Porque su emplazamiento, en plena Reserva de la Biosfera de Urdaibai, invita a descubrir los alrededores con calma. En ellos encontrarás parajes asombrosos y bodegas, como las de Urdaibai o La Rioja, cuyas visitas también podrás gestionar desde
Etxelaia. A diez minutos en coche hay unas increíbles playas, de modo que tendrás muy cerca paisajes muy diversos. Un lugar perfecto para planificar tu próxima escapada, desconectar y dejarte contagiar por la paz de la naturaleza.