ARQUEOLOGÍA
Las míticas fotos de Harry Burton durante el hallazgo de Tutankhamón inspiran un año que promete sorpresas. Palabra de Zahi Hawass.
Zahi Hawass, al encuentro de Nefertiti.
A la –esperadísima– apertura del Gran Museo Egipcio de El Cairo, prevista para el último trimestre del año, le precede estos días un aperitivo que está arrasando a su paso por Madrid: la exposición Tutankhamón. La tumba y sus tesoros, abierta en Ifema hasta el 19 abril, que reúne más de 1.500 réplicas exactas del gran descubrimiento arqueológico de Howard Carter en 1922, para muchos el más importante del siglo XX. Un hallazgo que fotografió Harry Burton con precisión cinetamográfica y que, visto hoy, suena tan a película de Indiana Jones como el propio Zahi Hawass, el egiptólogo más famoso del mundo no solo por su sempiterno sombrero. De hecho, en su mediática visita a Madrid a finales de enero con motivo de la exposición, Hawass apareció con la frente despejada y con el látigo dispuesto a colmar a la prensa de titulares. Tras confirmar que ha abandonado su proyecto de buscar la tumba de Cleopatra en el templo de Taposiris Magna –y, por tanto, que no respalda esa teoría, pues defiende que se encuentra bajo el agua, a orillas de Alejandría–, dejó claro que él ahora mismo solo tiene ojos para una mujer: Nefertiti. Un equipo de trescientas personas trabaja con ahínco en el Valle de los Reyes para, bajo su supervisión, confirmar al mundo que todas las reinas de la Dinastía XVIII están allí enterradas y que, por tanto, la apertura del Gran Museo podría contar con una invitada de excepción. Parece que, si se cumple el sueño del investigador, despediremos 2020 conociendo un poco más sobre la legendaria y bella reina egipcia (ifema. es / drhawass.com).