Condé Nast Traveler (Spain)

ENTREVISTA

¿Puede un stiletto ser sinónimo de libertad? ¿O la moda de lujo algo popular? Christian Louboutin nos da la respuesta al hilo de su retrospect­iva.

-

Christian Louboutin nos habla de su retrospect­iva.

“Cuando empecé a dedicarme a la moda, podía mirar las páginas amarillas, llamar al director creativo de una gran maison y este se ponía al teléfono. Prueba hoy a hacer lo mismo...”. La anécdota nos la cuenta Christian Louboutin, que ha accedido a satisfacer nuestra curiosidad sobre su retrospect­iva en París y, ya puestos, por qué no, otras cuestiones como que sus series preferidas ahora son The Crown y Euphoria. “No me gusta decir que lo de antes era mejor ni peor, pero es cierto que el sector solía ser más juguetón, quizá hoy impera el negocio”. Desde luego había un sentido lúdico en su afán por recuperar los stilettos en los 90 y su bendito concepto de la diversión nos ha regalado postales míticas como la de Rihanna encaramada a un par de sus creaciones –con la icónica suela roja– y con tocado papal en la gala del MET. Estos y otros hitos los recoge Christian Louboutin, Exhibition[niste], en la capital francesa hasta el 26 de julio.

De todo lo que se muestra en el Palais de la Porte Dorée, el diseñador se niega a elegir un favorito. “La exposición entera es una pieza en sí misma. Contiene objetos, inspiració­n, colaboraci­ones, recuerdos... todo mi mundo”. El título ya nos pone sobre aviso: “Estaba listo para ponerme un poco exhibicion­ista”, admite sobre ese necesario punto que lleva a conectar con otros y mostrarse sin miedo. Para la parte biográfica eligió a la artista neozelande­sa multimedia Lisa Reihana, pero ni esta vertiente le suscitó miedo alguno a revelarse. “No, nunca. Excepto en ropa interior tal vez”, bromea. “No tengo nada que

esconder. Soy abierto respecto a lo que he vivido y quiero compartirl­o”. De hecho, espera y desea que acuda gente de todo tipo. “Creo que mi trabajo suscita interés en personas muy diferentes y no solo del mundo de la moda. La vocación del proyecto es que sea totalmente popular y esa idea es muy importante para mí, al igual que la conexión con distintos puntos del mundo”. Los visitantes conocerán su pasión por los artesanos de Bután, Senegal, India y México, y lo harán además en un lugar muy cercano a su corazón. Siendo niño, Christian visitaba a menudo el palacio de la Porte Dorée, un edificio de 1931 de estilo art déco donde un cartel de los años 50 que instaba a las mujeres a no llevar tacones para no dañar el suelo hizo nacer en él un interrogan­te. “Era la sombra de un zapato de tacón... en un contexto de prohibició­n”.

Si algo le sigue emocionand­o a Louboutin es la libertad. “Me conmueve la singularid­ad, la gente abierta que vive a su manera”, subraya. Sobre esto aplicado al plano creativo, comenta: “Las redes sociales son un monstruo de dos cabezas. Capaces de lo mejor y de lo peor”, y lamenta que, con frecuencia, surjan reacciones negativas a la libertad de expresión. Él no dudó en llamar a David Lynch para abordar la cuestión del fetichismo en el calzado. “No quería hacerlo con un fotógrafo de moda, pretendía una visión diferente”, nos explica Christian, un defensor del humor que se considera, ni más ni menos, un artesano. “Siempre me ha resultado interesant­e esa división entre bellas artes y artesanía. A veces la fron

tera es difusa... algunos artistas son grandes artesanos y viceversa. En mi caso, lo tengo claro”. También se le ha definido como un insaciable viajero. “La propia palabra lo dice, nunca estoy saciado de viajar. Pero, al mismo tiempo, me siento satisfecho con todos mis viajes. Y afortunado”. En la exposición se pueden ver también algunos recuerdos personales, como un souvenir del museo de Artes de África y Oceanía, donde de niño y adolescent­e Louboutin soñaba con descubrir otras culturas. Entre los destinos que hoy no se cansa de visitar se cuentan Egipto, India, España (viaja a menudo a Andalucía y es un apasionado del flamenco), Portugal, Cuba... “Hay otros que no he podido conocer pero sé que me fascinaría­n, como Yemen, Afganistán, Eritrea...”. Queda una última curiosidad por nuestra parte: qué hoteles son sus preferidos. “Tal vez el Oberoi, en Agra (India), con sus maravillos­os jardines que se ven desde cualquier ventana, o el Claridge’s de Londres, que es como un segundo hogar para mí” (palais-portedoree.fr).

 ??  ?? Condé Nast Traveler
Condé Nast Traveler
 ??  ??
 ??  ?? En esta pág., detalles del atelier de Louboutin y retrato de cuando fue aprendiz en el Folies Bergères. En la otra pág., el diseñador en su casa de Melides, Portugal, y con 14 años, a la salida del colegio.
En esta pág., detalles del atelier de Louboutin y retrato de cuando fue aprendiz en el Folies Bergères. En la otra pág., el diseñador en su casa de Melides, Portugal, y con 14 años, a la salida del colegio.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain