SAGARLORE
Descubrir la cultura sidrera vasca y su rica gastronomía (está a solo siete kilómetros de San Sebastián y de infinidad de estrellas Michelin, asadores de carne y pescado, restaurantes tradicionales, merenderos...) es la principal razón para venir hasta este hotelito que nace de la rehabilitación que hizo la familia Otaño del caserío Telleri-bia de Astigarraga, un edificio del siglo XVI que albergó una pequeña fábrica de tejas y ladrillos durante el siglo XIX. Eso y pasar unos días sin mirar el reloj (Astigarraga, sagarlore.eus).