Entre viñedos y naturaleza virgen, la escapada perfecta para amantes del vino y joya escondida paladares exigentes se llama Terra Dominicata: una Priorat en el corazón del que recoge la historia de la comarca en 26 habitaciones con vistas privilegiadas al
B Alos monjes les debemos la viticultura. Durante casi diez siglos la preservaron en sus monasterios. Y aquí, a los pies de la Sierra del Montsant, en el corazón del Priorat (Tarragona), fueron los monjes cartujanos los que en el siglo s.XII encontraron el lugar idóneo para asegurarse soledad, naturaleza, silencio y buenos vinos. Le llamaron Scala Dei (Escalera de Dios) y sin saberlo marcaron un camino, el que hoy continúa transitando con éxito –aunque sean otros tiempos– el hotel boutique de cinco estrellas Terra Dominacata. Natura, Silentium, Priorat, sigue siendo su filosofía y la de sus 26 luminosas habitaciones, en las que se ha respetado al máximo la arquitectura de lo que fue la antigua granja de la Cartuja de Scaladei, que funcionó hasta 1835, y cuyas ruinas se pueden visitar. Las estancias de esta masía del siglo XII se asoman a ese parque natural del Montsant que cautivó a los cartujos. Las vides, los olivos y los huertos que ellos iniciaron, junto al antiguo molino, se han recuperado para ofrecer al viajero una inmersión profunda en la cultura y gastronomía del Priorat, que se recorre cada día en Alma Mater, el restaurante gastronómico del hotel-bodega. Aquí uno viene a zambullirse en eso que llamamos ‘el terroir’, el terruño, a celebrar los manjares que da esta tierra, a homenajear las manos que la trabajan y a respetar el paisaje. Un paisaje de 135 hectaréas de viñedos ecológicos con los que se elaboran los elegantes vinos de la propia bodega (DOP Priorat) de manera 100% ecológica. Difrutar de una copa y de estos cielos dorados al atardecer, de sus senderos interminables, a pie o en bicicleta, y de sus suaves colinas es justo lo que te pide el cuerpo, ¿a que sí?