Enamorados de la ola
Moana Surf House, un alojamiento sostenible en Sopelana, atrae a amantes de la naturaleza (y la tabla).
“El confinamiento nos ha hecho apreciar más la naturaleza y los deportes al aire libre”, sostiene Paxi Pardiñas, artífice de Moana Surf House. “La venta de tablas de surf y skate se ha disparado, así como el turismo asociado a estos deportes”. Hace nueve años, Patxi abrió un campamento de surf para niños y adultos en Urduliz, en un caserío del siglo XVIII con piscina cubierta, ubicado en un entorno increíble. “Luego vimos que existía una demanda de sitios en los que practicar surf con más libertad de horarios y una mayor oferta gastronómica (con productos de proximidad y opciones veganas y vegetarianas), y que los clientes demandaban habitaciones privadas. Así
nació hace tres años Moana Surf House, un retiro de surf y yoga en la playa de Sopelana –donde colaboran con la escuela de surf La Salbaje–, perfecto para cazar olas (o aprender a hacerlo), practicar mindfulness, asistir a talleres de comida saludable, participar en excursiones… Diseñado, construido y gestionado de forma ecológica, con el asesoramiento de consultores energéticos y arquitectos especializados, el alojamiento tiene vocación sostenible. “Nos apasiona el surf, nuestra costa y la vida saludable”, apunta el bilbaíno, cuya afición comenzó con una goitibera –artilugio de tres ruedas típico del País Vasco–, siguió con un Sancheski (monopatín) naranja y le llevó a fundar la revista de skate Dogway. En los periodos en que cierra Moana, intenta viajar a lugares donde dar rienda suelta a su pasión: California, México, Sri Lanka, Filipinas, Indonesia, Costa Rica... o Lanzarote y Cádiz. “Bali es un destino muy asequible, con un clima perfecto y algunas de las mejores olas del mundo”. Desde Moana, preparan viajes a Maldivas y a Bali, ¿te apuntas? (moanacamps.com).