La sombra del espionaje marca la cumbre comercial EEUU-UE
Washington y Bruselas se citan para negociar un ambicioso tratado económico Holder plantea en paralelo un diálogo sobre protección de datos y privacidad
La confianza de la Unión Europea en Estados Unidos anda en horas bajas después de que las filtraciones de Edward Snowden ratificaran que Washington espía a l as i nstituciones europeas además de a gobiernos y ciudadanos. La desconfianza, la tensión por el espionaje y la reclamación de explicaciones, sin embargo, no han hecho descarrilar el más ambicioso proyecto económico compartido entre las dos regiones.
Ayer, tras dos años de preparativos, arrancaron en Washington los cinco días de la primera ronda formal de negociaciones para desarrollar el mastodóntico Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP por sus siglas en inglés), un pacto que de recibir luz verde crearía la mayor zona de libre comercio global y representaría el 50% de la actividad económica mundial y el 30% del comercio global. De nada han servido sugerencias como la del presidente francés, François Hollande, que pidió postergar el encuentro, o palabras como las de la comisa- ria europea de Justicia, Viviane Reding, para quien la UE no puede “negociar sobre un gran mercado transatlántico si hay la más mínima duda de que nuestros socios espían en las oficinas de nuestros negociadores”.
/ UNA PRIORIDAD Para líderes como la cancillera alemana, Angela Merkel, no obstante, el pacto comercial y de inversiones es “la más alta prioridad”. Y los problemas por el espionaje son una sombra pero puede que no un agujero negro, especialmente ahora que las denuncias de cooperación de países europeos con la Agencia Nacional de Espionaje ponen en cuestión la supuesta inocencia europea (en una entrevista con Der Spiegel Snowden denunció que la NSA está “confabulada” con los servicios de espionaje alemanes, a los que habría facilitado herramientas de espionaje). Berlín dijo ayer que la cooperación de las inteligencias alemana y estadounidense está dentro de la legalidad. Para c a l mar l o s á n i mos, además, el fiscal general de EEUU, Eric Holder, ha organizado en paralelo a las negociaciones un diálogo sobre privacidad y protección de datos. EEUU dará explicaciones al ministro de interior alemán, Hans Peter Friedich, que en breve viaja a Washington.
El verdadero reto para los europeos y los estadounidenses es superar diferencias, escollos y resquemores en materias de comercio, como el proteccionismo o los distintos parámetros de regulaciones y seguridad que actualmente dificultan el libre comercio. Las reuniones en Washington son solo el arranque de un proceso que será largo y complejo pero que tiene marcado un plazo de 18 meses para aprobar el tratado.
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