77 años de Mirrlees
Andan estos días revolucionados en el Reino Unido porque uno de los suyos ha vuelto a ganar Wimbledon, 77 años después de que lo hiciese el mítico Fred Perry (sí, el de los polos con el símbolo de la hoja de laurel). Menos celebrado, aunque sucedió hace también 77 años (y cuatro días), es el nacimiento del economista James Mirrlees. El académico escocés, Nobel en 1996, contribuyó con sus estudios a demostrar el principio de riesgo moral, que tanto se ha oído a lo largo de esta crisis en la boca de expertos, inversores, banqueros y autoridades de todo pelo. Se trata de un concepto que explica la situación en que un agente económico asume riesgos mayores a los razonables porque sabe que sus consecuencias no recaerán entera o parcialmente sobre él mismo, sino sobre un tercero. Lo conocen bien (pero no solo) los mandatarios griegos y portugueses y buena parte de los banqueros españoles. Con todo, este riesgo moral, o al menos sus consecuencias, parecen ir difuminándose lentamente. El acuerdo de gobierno en Portugal, el pacto entre Grecia y la troika, y el visto bueno europeo al rescate bancario español contribuyeron ayer a afianzar el ánimo comprador de los inversores. El Ibex 35 subió el 1,9%, hasta los 8.017,6 puntos, si bien la prima de riesgo rozó los 300 puntos básicos tras el anuncio del Tesoro de una nueva colocación sorpresa de deuda. Buena jornada, pero no conviene confiarse: los efectos del daño moral tardan en desaparecer.