Cabra despidió hasta el próximo año a su patrona en su regreso al santuario
La Virgen de la Sierra se vio acompañada por cientos de personas durante todo el recorrido, que fue una expresión egabrense de fervor
Como cada año llegados los primeros días de octubre, la imagen de María Santísima de la Sierra, patrona de Cabra, regresó a la casita blanca. Este año lo hizo en la jornada del domingo 7 de octubre, entre centenares de fieles y devotos que, en algunos casos, la esperaban desde bien temprano en los alrededores del santuario de la Sierra y, en otros, la acompañaron durante su caminar tras la clásica misa de despedida de las seis de la mañana celebrada en la iglesia de la Asunción y Ángeles.
EL CAMINO DE REGRESO
La subida a la sierra egabrense se desarrolló por un camino pedregoso y empinado en sus andas de plata de camino a hombros de sus costaleros dirigidos por Vicente Arroyo, para lo que fue ataviada con un antiguo manto azul brocado en sedas y plata, conocido popularmente como el manto de los claveles, por los motivos que lo adornan.
Un caminar en el que se volvieron a vivir momentos y estampas emotivas en parajes como el antiguo paso a nivel, Góngora, la Salve, los Colchones, el Peñón de la Beata o la Viñuela.
MOMENTOS EMOTIVOS
Todo ello, después de cantarle la Salve de despedida en la barriada que lleva su nombre y donde, a las puertas de la parroquia de San Francisco y San Rodrigo, el alcalde, Fernando Priego, le retiró la vara de mando que la acredita como alcaldesa perpetua de la ciudad. Allí se cantó la Salve popular interpretada por Antonio Roldán Molina.
FIN DE LOS ACTOS
La Virgen regresaba así al picacho, tras pasar desde el pasado 4 de septiembre algo más de un mes en la ciudad, lleno de acontecimientos que en su honor se han venido celebrando y que llegaban este fin de semana a su término. Entre los últimos destacó la misa que en la noche del jueves presidió el obispo, Demetrio Fernández, con la participación de los párrocos egabrenses, y el concierto tradicional de despedida que en la plaza de Rubén Darío ofreció el sábado la Banda de Música de Cabra.
Una emotiva despedida que cada año muchos egabrenses viven, esperando de nuevo que llegue e 4 de septiembre para acompañarla en su regreso a la ciudad.