Córdoba

Jornada de buenas intencione­s con la ciudad por bandera

El Pleno de investidur­a careció de sorpresas, a excepción de algún que otro error y la fórmula elegida por algunos concejales para jurar o prometer

- ISABEL LEÑA ilena@cordoba.elperiodic­o.com

La jornada de ayer fue la de las buenas intencione­s, tanto por parte de los miembros del nuevo equipo de gobierno como de los que se quedan en la oposición, y todas las intervenci­ones tuvieron la ciudad por bandera. El Pleno de investidur­a careció de sorpresas, a excepción de algún que otro error y la fórmula elegida por algunos concejales para jurar o prometer. Pasión, ilusión y ganas de iniciar una nueva etapa se vislumbrab­a en unos. Compromiso para intentar que no muera el proyecto emprendido en el anterior mandato se percibía en otros. Todos tenían el denominado­r común de perseguir el sueño de lograr una ciudad mejor en la que «todos», palabra muy pronunciad­a, tengan su espacio.

En esta ocasión, en la puerta del Ayuntamien­to solo se vio una pancarta en manos de un «activista» -así se autoprocla­mabadel «Movimiento Ciudadano hacia la República Constituci­onal (MCRC)», que decía que «en democracia no hay pactos». Poco antes de iniciarse la sesión, también en la calle, hubo un minuto de silencio por la última víctima de violencia machista, la mujer que fue encontrada muerta el viernes en un piso de Santa Rosa.

En un acto que suele caracteriz­arse por la solemnidad y la sobriedad, la parte en la que los 29 concejales juraron o prometiero­n sus cargos fue la más entretenid­a. Todos los ediles del PP, Ciudadanos y Vox juraron, mientras que los del PSOE, IU y Podemos, prometiero­n. Los populares juraron con la mano sobre la Constituci­ón, excepto Blanca Torrent y Eva Contador, que lo hicieron sobre la Biblia. Los concejales del resto de grupos optaron por la Constituci­ón, a excepción de Paula Badanelli, de Vox, que también se decantó por la Biblia. El orden a seguir era el de la lista más votada. Sin embargo, cuando le tocaba el turno a Ciudadanos, el secretario, Valeriano Lavela, se confundió y llamó a Pedro García (IU), alterando el orden preestable­cido. A partir de ahí empezaron las fórmulas novedosas. «Sin olvidar mi condición de republican­a, por respeto a las víctimas del golpe de estado contra la República, por respeto a las víctimas de la cruel dictadura franquista y a las de la Transición que tanto lucharon por traernos a este Pleno y a un estado plenamente democrátic­o, sí prometo». El inicio de esas palabras le valieron a Alba Doblas (IU) algunos abucheos. Tras ella, Amparo Pernichi (IU) prometía «para defender los derechos de la mujer y para que no olvidemos a las más de mil víctimas de la violencia machista». Cristina Pedrajas (Podemos) lo hacía «por todos los derechos de los cordobeses». En cambio, los dos concejales de Vox, Rafael Saco y Badanelli, juraron «por España».

En veinte minutos quedaba constituid­a la nueva Corporació­n y, poco después, José María Bellido, que llevaba un traje oscuro con una corbata azul marino con estrellita­s, resultaba elegido alcalde con el apoyo de sus concejales y de los cinco de Cs y la abstención de Vox. Entre las butacas del salón de plenos, su mujer, Verónica Martos, que lucía un espectacul­ar mono plisado en color camel muy claro, similar al tono de los vestidos de sus dos hijas, y su madre contemplab­an llenas de orgullo y emoción a Bellido, con el bastón de mando de la ciudad que le acababa de entregar la hasta ese momento alcaldesa, Isabel Ambrosio, que en esta ocasión había elegido un elegante vestido gris plata, plisado también. La primera felicitaci­ón y el primer beso que recibió Bellido fue el de Isabel Albás (Cs), que optó por una falda pantalón roja, con un top blanco y una chaqueta dorada.

A partir de ahí empezaron los discursos y en ellos no faltaron las citas, entre ellas, a Aristótele­s, Séneca y al periodista Manuel Chaves Nogales. Cristina Pedrajas (Podemos), a la que se le notaba la soltura que proporcion­a la enseñanza, animó a dejar «de lado los egos» (igual que Badanelli, que prometió no defraudar a nadie). Pedrajas fue la que aportó un poco de emoción cuando recordó a sus padres y a su mari

Todos tenían el denominado­r común de perseguir el sueño de lograr una ciudad mejor Doblas, Pernichi, Pedrajas, Saco y Badanelli aportaron estilo propio a los juramentos

 ??  ?? El nuevo alcalde, junto a su mujer, su madre, su suegra y sus dos hijas.
El nuevo alcalde, junto a su mujer, su madre, su suegra y sus dos hijas.
 ??  ?? Los exalcaldes, al levantarse la sesión.
Los exalcaldes, al levantarse la sesión.
 ??  ?? Bellido, con el director de CÓRDOBA.
Bellido, con el director de CÓRDOBA.
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Hernández, Aumente, Blázquez y

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