Francisco de la Torre, reelegido alcalde de Málaga por sexta vez
A los votos de su partido sumó en la investidura los dos de Ciudadanos El socialista Juan Espadas volverá a gobernar en solitario en Sevilla
objetivos el refuerzo de la cultura, la apuesta por un turismo de calidad, la digitalización y la mejora de la accesibilidad.
Alcalde desde el año 2000, cuando sucedió en el cargo a Celia Villalobos al ser nombrada ministra de Sanidad, De la Torre gobernó en minoría simple el pasado mandato, tras lograr en 2015 el apoyo de Cs para su investidura, pero en esta ocasión gobernará en coalición con la formación naranja. A este respecto, dijo que el gobierno de coalición estará «cada día más cohesionado y será cada día más eficaz». Aunque la candidatura popular obtuvo el voto afirmativo de los dos concejales de la formación naranja, solo su portavoz, Noelia Losada se integrará en el equipo de gobierno, ya que previsiblemente Juan Cassá -el candidato a la alcaldíase centrará en la Diputación.
El socialista Juan Espadas fue reelegido alcalde de Sevilla al ser el más votado en el pleno de investidura celebrado en el consistorio hispalense, donde cada uno de los cinco grupos apoyó a sus respectivos candidatos, con lo que esta ciudad sigue siendo la mayor de España gobernada por el PSOE. El grupo socialista, con Espadas a la cabeza de sus 13 concejales, gobernará por tanto en solitario en este segundo mandato -algo que ya ocurrió en la pasada legislatura-, en el que el PP cuenta con ocho ediles, Ciudadanos y Adelante Sevilla con cuatro cada uno y Vox con dos.
En un acto al que asistieron, entre otros, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el exvicepresidente Alfonso Guerra, Espadas pidió a los 31 concejales su voto en un discurso en el que resaltó «el aval de la gestión realizada y el amplio respaldo conseguido» el 26.M. «Quiero que este proyecto continúe para seguir avanzando, porque tenemos una ciudad ejemplo de diversidad, tolerancia y respeto y muestro mi compromiso firme de que siga así», dijo el alcalde hispalense, que, una vez investido, ofreció al resto de los grupos «la confianza de poder trabajar juntos».