Dinero de ida y vuelta
Ante el planteamiento de la Junta de cobrar entrada en sus enclaves monumentales, los amantes de los museos consideran la medida acertada, siempre que la recaudación revierta en ellos
Aunque es un tema que lleva dando vueltas varios años, y últimamente se ha mezclado con la compleja tasa turística, las declaraciones en Córdoba, el pasado lunes, de la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, acerca de la intención de cobrar la entrada en los museos y enclaves monumentales gestionados por la Junta de Andalucía, donde hasta ahora solo pagan los ciudadanos extracomunitarios, ha devuelto este asunto a la palestra. Y, curiosamente, las opiniones son unánimes: cobrar, pero con el dinero de vuelta. Es decir, que la recaudación de las entradas a los monumentos y centros de artes revierta directamente en su protección, difusión y conservación. Y esta es la idea de la Junta, que, según Del Pozo, negocia con la consejería de Hacienda que ese presupuesto no caiga en la bolsa común, sino en una específica dedicada a la cultura, especialmente al rico y tan necesitado patrimonio andaluz.
Tanto los colectivos relacionados con los museos de Córdoba como los empresarios se muestran de acuerdo en que en estos enclaves monumentales, que en otras comunidades tienen un precio, se pague una entrada, eso sí, mínima. «Creo que se debe pagar en todos los museos», subraya a título particular Clementina Rojas, presidenta del colectivo Amigos del Museo Arqueólogico. «En todas partes cuesta mucho dinero entrar en los centros de arte, por ejemplo, en Italia», continúa Rojas, que también demanda precios especiales para determinados colectivos, algo que también está previsto en la hoja de ruta de la Junta, aunque para esta amante del arte sería imprescindible que ese dinero «se quedara en los museos», que necesitan «mucho dinero». «Todos los que pagamos una entrada somos pequeños mecenas porque estamos ayudando a nuestra cultura y patrimonio».
De igual forma se manifiesta Ana Suárez, presidenta de la Asociación de Amigos de los Museos de Córdoba, también a título personal. «Si ese cobro es para revertir en el propio museo, me parece bien» porque estos equipamientos «tienen numerosas carencias». Pero, puntualiza, esa entrada debería ser una cantidad «que todo el mundo pudiera asumir y no impida que algunas personas no pudieran acudir», además de pensar que debería haber «una unidad» en cuanto al pago de entradas en todas las comunidades autónomas, donde hay «diferencias tremendas».
Fuensanta García, miembro de la junta directiva de la Asociación de Amigos de Medina Azahara, se mueve en la misma tesis, aunque asegura que aún no ha hablado del tema con el resto de socios y su opinión, por tanto, también es personal. Se muestra de acuerdo en que se si se cobra entrada en los museos sea para que «revierta automática y equitativamente en el propio patrimonio», pero «no sé si la legislación actual lo permite». Por otro lado, indica que «debe haber excepciones como bonificaciones a determinados colectivos» o días puntuales de entrada libre.
Por último, Javier Campos, responsable de la Comisión de Turismo y Cultura de la Confederación de Empresarios de Córdoba, mantiene la misma postura: «Estamos totalmente de acuerdo con esa iniciativa», siempre que sea para beneficio del propio lugar», recordando que en la Unión Europea se paga en los museos, «y cantidades mucho más elevadas que las que se están planteando aquí». Lo dicho, dinero de ida y vuelta.
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«Los que pagamos una entrada somos pequeños mecenas», dice Clementina Rojas
«Debería ser una cantidad que todo el mundo pueda asumir», asegura Ana Suárez
Si se paga, «debe revertir equitativamente en el patrimonio», señala Fuensanta García