Amar y servir
Tres de febrero de dos mil veintiuno. ¿Nos despedimos de ti? Aunque la tribulación se hace presente por momentos, pronto admito que la pesadumbre no es el grano que has venido sembrando desde tiempo atrás. Porque nada muere, se transforma. Hace setenta y tres años, la razón y la fe se aliaron en tu persona en aras del bien común. Diagnosis: amor y servicio sin límites en lo personal y profesional. Quizá nada nuevo bajo el sol en hombres de talento, pero me atrapa tu sentido de la verdad y belleza, porque, gracias a ellos, hoy puedo disfrutar aún más de nuestro artista predilecto: José Santiago Garnelo y Alda.
A temprana edad, tu abuelo materno te lo inoculó en mente y corazón; desde entonces, resulta imposible ponderar todo cuanto has dado por ennoblecer su vida y obra. Solo sé que, gracias a tu tenacidad y munificencia, has conseguido que Montilla, «verde es
▶▶Manuel trella del cielo cordobés», se erija en referente internacional de la plástica garneliana.
Querido Manuel Cabello de Alba Moyano: sí, es verdad, ya no estás entre nosotros, pero nos enseñaste que «aún hay vida en tus sueños». Descansa, amigo, seguimos instrucciones. El temperamento de tu trazo no cesa.
☰
Es inadmisible y del todo punto improcedente lo que está ocurriendo en España con relación a las vacunas del covid. En un principio se marcaron unas líneas de actuación que no se han cumplido. Se habló de prioridad para mayores de 65 años acogidos en residencias, así como para personal sanitario en contacto con estos mayores. Tras ellos, los mayores de 65 años no residentes, personal sanitario de hospitales, etc.
Estas reglas no se están llevando a efecto y, a diario, vemos como se vacunan alcaldes, concejales, consejeros, altos mandos del ejército, etc. El que esto suscribe tiene 92 años y aún no está vacunado. Su hándicap es que no ostenta ningún cargo político, militar o eclesiástico. ¿Es justo que los poderosos o los listillos siempre sean los favorecidos? ¡Qué pena! ¡Así nos va!
☰