Córdoba

El comercio y hostelería de la provincia vuelven a respirar «En el desayuno servíamos tres sacos de molletes, y ahora compramos un saco y sobra casi la mitad»

Pozoblanco retoma la actividad no esencial tras un mes con casi todo cerrado Palma del Río sale también del cierre perimetral, pero acusa la pérdida de campañas

- M. LUNA CASTRO ⁄ ELISA MANZANO provincia@cordoba.elperiodic­o.coml POZOBLANCO/ PALMA DEL RÍO

Un total de 57 municipios de la provincia de Córdoba iniciaron ayer, a las 00.00 horas, una semana libre de restriccio­nes de movilidad. Entre ellos Palma del Río, que no se verá afectado por el cierre perimetral ni el cese de la actividad no esencial al haber bajado ya de los 500 casos por cien mil habitantes, y Pozoblanco, que mantiene, por el contrario, el cierre con el exterior.

Casi un mes después de que Pozoblanco entrara en nivel 4 grado 2, el municipio retomó este sábado 13 de febrero la actividad no esencial, al bajar esta semana de los 1.000 afectados por cada 100.000 habitantes. La localidad, sin embargo, mantiene el cierre perimetral al no haber logrado descender esa tasa por debajo de la barrera de los 500 positivos por cada 100.000 habitantes.

Alegría y esperanza era la palabra más repetida ayer entre el alto porcentaje de comerciant­es y hosteleros que decidieron abrir sus puertas, un número que finalmente no supuso el cien por cien del total. La climatolog­ía acompañó, el sol y la buena temperatur­a animaron a numerosos pozoalbens­es a salir a la calle y entrar en los establecim­ientos que tenían vetados desde el pasado 17 de enero, y el movimiento fue evidente.

La mañana se inició con tranquilid­ad. La mayoría de las tiendas comenzó a abrir sus puertas a partir de las diez de la mañana y de manera escalonada. Los bares, más madrugador­es, ya habían servido para entonces los primeros desayunos a sus clientes. Las hermanas Tere y Gabri, al frente de la churrería que lleva su nombre y que durante estas semanas han seguido vendiendo sus churros para consumir en casa, comenzaron a recibir a sus primeros clientes para tomar un café o chocolate con churros en su terraza de nuevo. «Una buena parte de ellos han sido comerciant­es que han pasado por aquí antes de abrir sus tiendas y lo cierto es que estaban muy contentos por poder volver a la actividad», aseguraban.

PRIMEROS CLIENTES ⁄ Fue a partir de las once de la mañana cuando las tiendas, en principio vacías, comenzaron a recibir a los primeros clientes. «Ha sido una mañana con mucha más actividad de la prevista», decía una de las dependient­es de una tienda de moda en plena calle Mayor. Menos optimismo había entre los propietari­os de otro comercio del mismo sector que afirmaban sobre la una de la tarde que, aunque había habido gente en la calle durante la mañana, «la actividad no se ha podido comparar con la de cualquier otro día, en la tienda no ha entrado mucha gente, quizás porque todavía muchos no sabían que ya esta mañana estábamos abiertos», contaban. Otros, aunque se felicitaba­n porque no había dejado de entrar clientela, lamentaban que las pérdidas que han sufrido al tener tantos días cerrado no se las va a compensar nadie, «seguimos pagando nuestros impuestos y el alquiler como si nada hubiera pasado», decían en pleno Centro Comercial Abierto. Algunos expresaron sus quejas porque muchos de los establecim­ientos de su calle han estado abiertos en este periodo por considerar­se esenciales, mientras ellos no podían abrir. «Los que realmente hemos sufrido el cierre hemos sido los que nos dedicamos al textil», decía una dependient­a. Lo corroborab­a una clienta que había estado esperando casi un mes para cambiar una prenda que se había comprado justo antes de que Pozoblanco entrara en Nivel 4 grado 2 y los comercios cerraran. «He tenido que esperar todo este tiempo para poder descambiar unos pantalones y en cuanto me he enterado que hoy abrían las tiendas me he venido rápidament­e por si se me pasaba el plazo para poder cambiarlos».

Mientras, en el otro lado de la balanza estaban los bares. No todos decidieron abrir este sábado, sin embargo, las terrazas de los establecim­ientos que colocaron sus mesas al aire libre estaban prácticame­nte llenas, y también en el interior de los mismos se podía ver a clientes intentando retomar algo de la normalidad perdida.

EN PALMA Café-bar Hermanos ⁄

Uceda, de Palma del Río, cumple 34 años el próximo mes de octubre. En este local podía apreciarse ayer un escenario de lo más clarificad­or de cómo está afectando el covid en el sector. Han sufrido contagios, lo que conlleva un cierre, y vivieron el decreto de alarma con el objetivo puesto en «termina el confinamie­nto y vamos a la notaría para solicitar un préstamo ICO». Así lo hicieron los hermanos Pepe y Antonio González Uceda, que desde este bar afirman que «queremos mantener el empleo, somos 7, estamos haciendo todo lo posible para no dejar a nadie en el camino». Ahora Pepe se recupera de la enfermedad, su hermano dice que está a más del 150%, por lo que los ánimos para defender y atender a sus clientes no han fallado. Antonio cuenta que servían en el desayuno tres sacos de molletes, y «ahora compramos un saco y sobra casi la mitad».

Este hostelero reflexiona y afirma que «a mí no me sirve de nada abrir y cerrar, pues cuando pasen 20 días estaremos en la 4º ola, esto no hay quien lo pare, hay que atajarlo de alguna manera». Ignacio Higueras, desde Antonia IH Garrido, tienda de artículos de regalo y moda, afirma que «la situación ha empeorado, hay familias que sacan préstamos personales para defender sus negocios, no pueden hacer frente a la cuota de autónomos, impuestos municipale­s y gastos corrientes, ni hacer frente a los préstamos ICO». Confiesa que su firma «ha tirado desde donde no debemos, desde donde no correspond­e, ahorros que no son de la tienda». Un pequeño comercio, Cocó Lencería, también cerrado hasta el 10 de febrero, ha sobrevivid­o el invierno por la venta de pijamas, aunque lamenta que se han perdido las rebajas, el Día de los Enamorados y las ventas de verano, porque «la inversión ya está hecha».

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Terraza de un bar de Pozoblanco, ayer al mediodía.
 ??  ?? Una mujer observa la ropa en un comercio de Pozoblanco.
Una mujer observa la ropa en un comercio de Pozoblanco.
 ??  ?? Un camarero sirve el desayuno a dos clientes en Palma.
Un camarero sirve el desayuno a dos clientes en Palma.

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