El índice de supervivencia en cáncer infantil es superior al 75%
Las leucemias y los linfomas son las patologías más frecuentes en niños Se consideran tumores infantiles los que se diagnostican antes de los 14 años
Ayer se conmemoró el Día Internacional del cáncer infantil, una enfermedad que en estos pequeños pacientes tiene una alta probabilidad de curación. Anualmente se diagnostican entre 25 y 30 casos nuevos de tumores pediátricos. Según explica José Ramón Molina, hematólogo de la unidad de Oncohematología Infantil del hospital Reina Sofía, los más habituales son las leucemias y los tumores del sistema nervioso central, si bien también destacan por su incidencia los linfomas, que atacan a los ganglios linfáticos y los neuroblastomas, un cáncer poco común del sistema nervioso simpático, la red nerviosa que envía los mensajes desde el cerebro a través del cuerpo. Es el tumor más frecuente durante los 2 primeros años de vida y, después de los tumores del sistema nervioso central como conjunto, el tumor sólido más frecuente en niños. «Afortunadamente, el cáncer no es una enfermedad muy habitual, pero los casos diagnosticados son constantes en los últimos años», apunta el experto. En la población adolescente, de 15 a 19 años, cambia el patrón de incidencia y son los tumores más frecuentes los carcinomas y los linfomas, seguidos de las neoplasias de células germinales y las leucemias.
En el centro sanitario cordobés se tratan como tumores infantiles aquellos que se diagnostican antes de los 14 años de edad. No obstante, explica el doctor Molina, en los próximos años la intención es tratar a pacientes hasta los 18 años de edad. En este sentido, señala la doctora Elena Mateos, oncóloga pediátrica responsable de la unidad de Oncología Infantil del hospital Reina Sofía, que los tipos de cáncer que afectan a los niños son, a menudo, distintos de los que presentan los adultos. «Hay tumores muy específicos de la edad pediátrica que, prácticamente, no se ven en adultos y viceversa. Incluso, en aquellos que aparecen a cualquier edad suele haber diferencias entre adultos y niños», apunta.
Entre los condicionantes asociados al desarrollo de un cáncer infantil, aclaran estos médicos que existen muy pocos factores de riesgo identificados, entre los que destacan las radiaciones ionizantes (las radiografías) o algunas infecciones. No obstante, señala Mateos, «los factores más importantes para el desarrollo de tumores pediátricos son los genéticos».
De manera global, actualmente el porcentaje de supervivencia es superior al 70 o 75%, dándose casos incluso en algunos tipos de tumores localizados, sin datos de biología molecular de alto riesgo, en los que la supervivencia puede ser superior al 90%. «En la leucemia linfoblástica aguda, que es el tumor más frecuente, la supervivencia a largo plazo es también superior al 90%», añade Mateos.
Explica la responsable que el principal objetivo ante un paciente pediátrico con cáncer es curarlo. De esta forma, los tratamientos van dirigidos a que desaparezca el tumor y a que no vuelva a aparecer posteriormente. Por eso, precisa, «en ocasiones los tratamientos son prolongados, pero no de por vida». Ambos coinciden en lanzar en este día un mensaje alentador y es que «tras una mala noticia, como es el diagnóstico de un tumor, se abre una gran puerta a la esperanza por las altas posibilidades de curación que existen en estos pacientes».
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