Un buen sabor de boca
Los dueños de puestos de caracoles celebran la buena marcha que está desarrollando el sector en el primer mes de temporada Los clientes prefieren las mesas a la barra
Los caracoleros cordobeses hacen un balance positivo cuando se cumple el primer mes desde que se inició la temporada, algo a lo que ha favorecido la ampliación del horario de uso de los veladores. Cristian Pérez, el presidente de la Asociación de Comerciantes Caracoleros de Córdoba, señala que, desde que se amplió el horario de uso de la terraza más allá de las 18.00 horas, que era el límite autorizado al inicio de la temporada cuando las condiciones sanitarias así lo exigían, la venta de los puestos ha experimentado una «leve pero positiva mejoría» que se ha traducido en «el contrato de más personal para poder cubrir la demanda». Una buena noticia que asumen con la prudencia propia de quienes saben, por experiencia, que de un día para otro las circunstancias pueden dar un giro inesperado que lleve a episodios ya vividos con anterioridad, el peor de ellos «el cierre anticipado de la temporada», apunta Pérez.
La situación anterior, cuando aún no se permitía servir hasta las 22.30 horas, era «horrorosa», tal y como define el presidente, porque «la gente con esos horarios no venía». Un margen horario con el que, confiesa, han visto «el cielo abierto» con la esperanza de que todo siga como ahora y no se vuelva para atrás porque eso llevaría a «echar a al personal que se acaba de contratar». Aunque también al principio se lamentaban en el sector
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La ampliación de horarios ha llevado a los dueños de puestos a contratar más personal
La demanda del servicio a domicilio ha bajado porque los clientes optan por consumir en la calle
de que no se podía hacer uso de la barra, su mayor fuente en la generación de ingresos, ahora que sí pueden hacerlo, los clientes «prefieren usar las mesas», apunta Pérez. Algo que compensan con el uso extendido de los veladores.
Rosario Torres, propietaria del puesto Caracoles Peque 1 en la Fuensanta, admite que «se ha animado la venta» y agradece para estos negocios «el poder alargar el cierre». Aunque se dista mucho «de lo que eran otros años», lo cierto es que «poco a poco vamos a más y ojalá el virus no eche para atrás lo andado».
Una opinión también prudente ofrece la dueña de Caracolexpress en Chinales. Para Mari Cruz Pérez, «los clientes están reaccionando muy bien en esta temporada». Ella, sin embargo, no cree que la ampliación de horario beneficie tanto a estos negocios ya que «no somos como un restaurante, siempre solemos acabar la venta sobre las 21.30, el comportamiento de nuestro sector es distinto al de hostelería y restauración». También subraya que la demanda del servicio a domicilio ha bajado porque «los clientes tienen muchas ganas de salir y prefieren venir a los quioscos a tomarse los caracoles».
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