La moción de censura tampoco prospera en Castilla y León
El PSOE no logra el apoyo necesario y el Gobierno PP-CS seguirá
Las Cortes de Castilla y León rechazaron ayer la moción de censura encabezada por el socialista Luis Tudanca tras una maratoniana sesión de debate que terminó sin sorpresas, con los 37 votos a favor (PSOE y Podemos-equo), 41 en contra (PP, Ciudadanos y Vox) y 3 abstenciones (Unión del Pueblo Leonés, Por Ávila y una tránsfuga de Cs) que se preveían.
El anuncio de las abstenciones que afloraron en las últimas horas previas a la votación desde el Grupo Mixto de las Cortes de Castilla y León y la procuradora no adscrita María Montero –ex de Cs– habían desinflado las posibilidades de que prosperara la moción, que solo hubiera sido viable con un cambio del sentido del voto de cuatro procuradores de Cs, cosa que no sucedió. Desde el Grupo Mixto, solo los dos de Podemos apoyaron la moción, ya que hace días que la parlamentaria de Vox, Fátima Pinacho, anunció su no.
Desde que anteayer por la anoche el partido Por Ávila, con un procurador, anunciase que se abstendría, al no obtener del PSOE compromisos satisfactorios con la provincia abulense, y tras expresar María Montero a sus excompañeros de Cs que se iba a abstener, el último en sumarse a esta posición fue el procurador de la Unión del Pueblo Leonés, Luis Mariano Santos. El líder leonesista esperó a
su intervención ante el Pleno para anunciar su posición, crítica con el Gobierno del PP y Cs, pero también con lo que ve como una falta de compromiso del PSOE con la posibilidad de que la Región Leonesa sea una autonomía.
Así, la gestión que los partidos del Gobierno harán de la pérdida de la mayoría absoluta –antes sumaban los 41 procuradores necesario, ahora 40– queda más abierta, ya que tendrán que pactar iniciativas legislativas con Vox, con Por Ávila, con UPL o incluso con la procuradora no adscrita.
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, instó al candidato socialista en la moción de censura, Luis Tudanca, a pedir disculpas a los castellanos y leoneses por el «bochorno» de ensuciar la política con «intrigas palaciegas» y por alentar el trans