Refugio en la Catedral
La Mezquita reabre sus puertas a las visitas turísticas tras más de dos meses cerrada por la tercera ola de la pandemia Comerciantes y hosteleros esperan más vida
Entrar a la Mezquita-catedral ayer y pasear entre su imponente bosque de columnas, casi a solas, te hacía olvidar por un momento la pandemia, ese virus que parecía quedarse fuera del principal monumento de la ciudad. Muchos lo pensaron así y, nada más reabrir sus puertas, tras más de dos meses cerrado de nuevo por la tercera ola de la pandemia, el flujo de visitantes no paró de entrar en el templo. Algunos, como Paz y Manuel, una pareja de Córdoba, decidían empezar el Viernes de Dolores con la visita a la Mezquita-catedral. «Como no podemos ir a ningún sitio de vacaciones, ¿qué mejor que un día de tanto arraigo como hoy que empezar disfrutando de lo que tenemos?», decían. Pero también sorprendía ver a una pareja de Suiza o a otra de EEUU, Jaqueline y Nicolás, que reconocían que «la ciudad está un poco apagada pero a la vez es muy interesante poder verla sin turistas». De Madrid, Almería y Sevilla se juntaban cuatro amigos jóvenes para visitar Córdoba y, como no, la Mezquita-catedral, «que no sabíamos que había estado cerrada».
Y es que el Cabildo Catedral de Córdoba, a pesar del cierre perimetral al que se encuentra circunscrita la provincia, decidió abrir el monumento para las visitas turísticas durante la Semana Santa, «con el objetivo de ofrecer a todos los cordobeses la posibilidad de disfrutar del casco histórico de su ciudad y de ayudar», en la medida de sus posibilidades, «a la reactivación del comercio y la hostelería de la zona de la judería». Desde el 19 de enero permanecía cerrado a las visitas, pero no para el culto, y su acceso, en estos días, seguirá siendo gratuito para los cordobeses, nacidos o residentes en la
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▷ provincia, previa retirada de su invitación. Para el resto de visitantes, «la adquisición de la entrada se realizará únicamente a través de la web y mediante las máquinas expendedoras automáticas situadas en el Patio de los Naranjos.
Laura Roda, presidenta de la asociación de La Judería, veía ayer como algo «positivo» esta reapertura de la Mezquita-catedral, porque «habrá más movimiento, más fluir de gente», al menos, «que vengan de los pueblos». Roda señalaba que de 274 negocios, solo abren 31 los fines de semana, «y muchos lo hacen para que no se vea esto tan desértico». Una que ha abierto siempre su negocio es Artesanía Al Andalus, cerca de la plaza Judá Leví, «para no pensar en nuestras casas», decía Celia, aunque no vendan nada.
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