Córdoba

Luis Enrique y la lista de tareas para un salto adelante

El papel ante Grecia da una dimensión nueva a los encuentros frente a Georgia y Kosovo

- ROBERTO MORALES (EFE) @Cordeporte­s

El amargo sabor de boca que le quedó a la selección española tras su primer paso camino del Mundial 2022, con un inesperado empate ante Grecia, dejó un puñado de aspectos a corregir por el selecciona­dor Luis Enrique Martínez, ya desde la obligación de ganar a Georgia y Kosovo en partidos de similares caracterís­ticas. De vapulear a una de las seleccione­s más potentes del mundo como Alemania, pasó España en su regreso a exhibir dudas frente a una selección de un nivel medio en el panorama europeo como Grecia. Prácticame­nte con los mismos jugadores pero una filosofía distinta enfrente que nunca supieron interpreta­r ni encontrar armas.

España mostró que tiene mucho que corregir en este tipo de partidos que le esperan camino de Catar 2022. Solamente Suecia se atreverá a jugarle de tú a tú, el resto de rivales juntarán líneas y se encerrarán sin complejos en su terreno. Harán que los espacios desaparezc­an y provocarán un ejercicio de paciencia a los futbolista­s de la Roja, que en ocasiones no tiene buen final.

Porque ante Grecia se volvió a ver un mal endémico de una selección que se adueña de la posesión sin generar peligro. El primer recuerdo de una situación similar es la dolorosa eliminació­n del último Mundial ante la anfitriona Rusia. El dominio sin verticalid­ad provoca la posesión estéril y España alcanzó el 80% ante la selección helena.

Abusó del pase horizontal. Sin pérdida que alimentase la ilusión de atacar de Grecia, pero también sin profundida­d. Faltaron desmarques de ruptura, una figura entre líneas que asumiese responsabi­lidad y buscar las bandas, donde en gran parte del encuentro chocaron laterales con exteriores. No hubo centros de peligro desde los costados salvo el inicial que Dani Olmo cabeceó arriba nada más arrancar el encuentro con un panorama que era un espejismo.

La falta de velocidad en la circulació­n de balón asentó las ideas defensivas de Grecia, que nunca sufrió en el Nuevo Los Cármenes. Su portero apenas recibió dos disparos y solo dejó una parada. Mucho menos de lo que podía imaginar antes de iniciar el duelo ante una selección que ha firmado con brillantez su pase a la fase final de la Liga de Naciones ante rivales de entidad.

En fase de finalizaci­ón nos ha faltado finura y frescura», reconoció Luis Enrique. Solo Álvaro Morata tuvo la portería rival en su cabeza. En el gol y en varios intentos de disparos para aumentar a nueve los remates de la Roja.

Decidió Luis Enrique premiar el momento de Marcos Llorente con la titularida­d aunque fuese lejos de su puesto natural. No convocó laterales derechos, salvo Pedro Porro, que asciende de la sub'21, porque tenía en su mente apostar por el futbolista que mejor impone su físico en el fútbol español actualment­e. Alejado de la zona de influencia, Marcos rebajó su eficacia. No desbordó ni se incorporó apenas al ataque para poner centros. Sin precisión cuando lo intentó. Nunca apareció al espacio entre líneas enemigas donde genera desequilib­rio desde segunda línea.

Bryan Gil fue el futbolista que se salió del guión y aportó algo diferente. El selecciona­dor tiró de los más jóvenes, protagonis­tas jornada sí y jornada también en Laliga. Pedri, con 18 años, tuvo un debut amargo. Con marcaje individual y ayudas que le impidieron brillar. Lo intentó sin éxito por la falta de espacios para exhibir su calidad. Sí lo hizo Bryan pegado a la banda izquierda, encarando siempre cuando recibió, explotando su velocidad. Su figura de regateador tiende a escasear en el fútbol actual, aunque esta vez le faltó precisión.

 ?? EFE / RFEF ?? Luis Enrique, en el centro, durante la sesión de entrenamie­nto en el Nuevo Los Cármenes.
EFE / RFEF Luis Enrique, en el centro, durante la sesión de entrenamie­nto en el Nuevo Los Cármenes.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain