¿Cómo influirá la abstención?
Laborable y que sean unas elecciones resultado de un adelanto electoral puede pasar factura a los dos bloques
Una de las cuestiones más complejas de vaticinar el 4-M es el nivel de abstención. Los partidos en campaña, en esencia, pueden hacer dos cosas: movilizar a los suyos o persuadir a los votantes de partidos vecinos para que les voten. Solo el primero asegura mayorías de bloque. Es por eso que los partidos buscan pistas en el nivel de abstención de su bloque o partido. En este sentido, los estrategas de cada partido hacen sus cálculos y definen si les interesa que sean unas elecciones en las que voten más ciudadanos o todo lo contrario.
Muchos apuntan que una alta abstención significa una izquierda menos movilizada. Se apoyan en un argumento que en Ciencia Política es un hecho contrastado: ir a votar tiene costes y estos costes suelen ser más altos para los ciudadanos más desfavorecidos. Y esto, a su vez, explica por qué se asume que la derecha tiene unos seguidores más comprometidos.
Pero lo cierto es que la relación entre el nivel de abstención y la movilización de cada bloque es más compleja. Especialmente en estas elecciones del 4 de mayo.
Los datos históricos nos enseñan que hay elecciones en las que la derecha se moviliza más, otras en las que lo hace la izquierda, pero los electores de ambos bloques pueden fallar. En este caso hay dos factores importantes: se celebran en martes laborable y son resultado de un adelanto electoral.
Aunque los trabajadores puedan disponer ese día de hasta cuatro horas de permiso laboral, supone un impedimento más para los más desfavorecidos, que en proporción votan más a la izquierda. Una hipótesis que gana peso si se analiza el contrafáctico. Si se hubiese declarado festivo, el efecto puente podría llevar a que los ciudadanos con más posibilidades de abandonar su residencia habitual, con más recursos y probabilidad de votar a la derecha, hubiesen tenido más difícil ir a votar.
Por otro lado, un reciente estudio demuestra que los votantes que perciben que las elecciones se han adelantado por motivos electoralistas tienen mayor probabilidad de terminar emitiendo un voto castigo contra los partidos del gobierno. En el contexto actual, con la pandemia activa, es esperable que haya un sector de la derecha incómodo con su Gobierno y que tenga efecto desmovilizador. La incógnita es cómo distribuirán las culpas entre los dos partidos de gobierno, PP y Cs. La participación esperada según Predi a día de hoy es un 67,6%.
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