El traslado de la congregación, una preocupación política y social
En el 2017, la congregación religiosa de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados trasladó al Ayuntamiento su intención de abandonar la residencia de ancianos de San Francisco debido a la falta de vocaciones religiosas, la fuerte inversión económica que sería necesaria para conseguir el concierto de plazas con la Junta de Andalucía y el elevado coste de mantenimiento del edificio. Un año despúes, el entonces alcalde, Jesús Rojano, anunciaba que la congregación había decidido continuar en Baena y mantener abierto el asilo. Sin embargo, en agosto del 2020, la alcaldesa, Cristina Piernagorda, mantuvo una reunión con los grupos de la oposición y las dos cofradía que tienen su sede en la iglesia conventual de San Francisco y el consiliario. El motivo era la preocupación social ante los rumores de que había problemas para mantener abierta la residencia de ancianos. Ahora, los ciudadanos están preocupados, esperando si se confirma esta anunciada noticia. La residencia asiste a 40 ancianos y genera unos 25 empleos.